La ONU evitó este martes calificar de "golpe de Estado" la salida de Evo Morales de la Presidencia de Bolivia, a la vez que aseguró estar "profundamente preocupado" por la situación que se vive en el país.
"No es una situación que nosotros debamos definir", dijo en una rueda de prensa Farhan Haq, un portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres, a preguntas sobre las distintas descripciones que han dado a la dimisión de Morales el presidente saliente y la oposición.
Haq, que destacó que las circunstancias en Bolivia "son muy fluidas", apuntó asimismo que Naciones Unidas está haciendo esfuerzos para que la crisis política en el país no empeore.
"Estamos poniéndonos en contacto con interlocutores nacionales e internacionales para ayudar a calmar la situación", subrayó el representante de Guterres.
"Lo más importante ahora es prevenir un recrudecimiento y llevar a cabo todas las medidas para crear condiciones para unas elecciones pacíficas, creíbles, transparentes e inclusivas lo antes posible", zanjó el portavoz.
Las declaraciones de la organización internacional se producen poco después de la llegada de Morales a México este martes después de renunciar a la Presidencia de Bolivia el pasado domingo tras lo que ha descrito como un "golpe de Estado".
El domingo, Evo Morales había anunciado la repetición de las elecciones presidenciales después de que la Organización de Estados Americanos (OEA) diera a conocer numerosas irregularidades en los comicios del 20 de octubre pasado en los que fue reelegido para un cuarto mandato.
Tras su anuncio y ante recomendaciones de policías y militares, Morales hizo pública su renuncia a la Presidencia tras casi 14 años en el poder.
Su residencia, su posible solicitud de refugio o los recursos de los que dispone son algunas de las incógnitas que persisten sobre los primeros pasos que seguirá Evo Morales en México.