Un alto el fuego entre Israel y la Yihad Islámica palestina ha devuelto la calma desde la mañana de este jueves tras una noche en la que la aviación israelí intensificó los bombardeos contra el grupo islamista ante el incesante lanzamiento de cohetes desde Gaza.
"Egipto y la ONU trabajan duro para evitar que la más peligrosa escalada en Gaza y alrededores conduzca a una guerra. Las próximas horas y días serán críticos. Todos deben mostrar la máxima moderación y hacer su parte para evitar el derramamiento de sangre", anunció en su Twitter el enviado especial de la ONU en Oriente Medio, Nickolay Mladenov.
El lanzamiento de proyectiles desde Gaza no paró en la madrugada, pese a las informaciones que apuntaban a que una tregua entraría en vigor a la medianoche.
Las sirenas antiaéreas siguieron sonando en la madrugada hasta que a las 07.00 (05.00 GMT) se activó la última alerta en la comunidades israelíes periférica a la Franja, cuando volvió una relativa calma.
El Ministerio de Sanidad de Gaza informó el miércoles por la noche y esta madrugada de que otros dos palestinos murieron en el sur de Gaza y seis en el centro, lo que aumenta la cifra de víctimas mortales a 34, la mayoría milicianos, desde que comenzara la escalada el martes de madrugada.
Entre las víctimas civiles hay un total de seis menores, según el portavoz del Ministerio Ahsraf al Qaedra, que incluye un joven de 18 no considerado como mayor de edad en la franja palestina territorial palestina.
Según fuerzas de seguridad en Gaza, los bombardeos de esta madrugada alcanzaron también objetivos de otras milicias pequeñas palestinas.
La actual escalada de violencia comenzó el martes de madrugada cuando un bombardeo selectivo de Israel mató en su casa a Bahaa al Ata un líder del brazo armado de la Yihad Islámica, Batallones de Al Quds, y a su mujer.
La milicia islamista comenzó entonces el lanzamiento de cohetes, más de 400, hacia Israel, que fueron respondidos con bombardeos israelíes contra sus objetivos en la franja de Gaza.