El Gobierno de Argentina, encabezado hasta el próximo 10 de diciembre por el conservador Mauricio Macri, destacó este martes el "espíritu de colaboración" del país dentro de la "situación anómala" que se da en Bolivia.
"Tenemos funcionarios o exfuncionarios bolivianos en la Embajada Argentina, nuestras fronteras están abiertas, no impedimos que haya circulación de personas... Hay un espíritu de colaboración dentro de esta situación anómala que se da en Bolivia, que, se defina como se defina, las consecuencias son las mismas", expresó a la prensa de Buenos Aires el ministro de Defensa, Oscar Aguad.
La renuncia de Evo Morales como presidente de Bolivia el pasado 10 de noviembre y su posterior asilo político en México, después de que las Fuerzas Armadas le forzaran a dejar el cargo, ha sido calificada como "golpe de estado" por varios Gobiernos y políticos latinoamericanos, pero entre ellos no está Argentina, que tampoco reconoce al Ejecutivo interino de Jeanine Áñez.
"El Gobierno de la presidenta (Áñez) no ha sido reconocido por el Congreso y esto es vital para un reconocimiento de ese Gobierno. Eso depende muchísimo de lo que pase internamente con el sistema institucional de Bolivia", agregó hoy Aguad.
A la salida de su reunión del Gabinete en la Casa Rosada, que según dijo estuvo muy centrada en los "conflictos" y en la "incertidumbre" que viven varios países de Latinoamérica, el ministro recalcó que lo de Bolivia se trata de un "proceso interno e institucional" en el país vecino.
Consultado por si el Gobierno de Macri sigue creyendo que la salida de Morales no fue un Golpe de estado, subrayó que sobre eso ya se expidió la Cancillería argentina y el Gobierno "ha sentado posición".
El mismo 10 de noviembre, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Macri hizo "un llamado a todos los actores políticos y sociales" de Bolivia para preservar "la paz social y el diálogo" y superar la crisis abierta en ese país.
En un comunicado de la Cancillería, el Ejecutivo encabezado por Macri -quien el 10 de diciembre traspasará el poder al peronista Alberto Fernández tras su triunfo en las elecciones del 27 de octubre pasado- consideró que es "imprescindible que todas las fuerzas y dirigentes políticos bolivianos actúen en este delicado momento con responsabilidad y moderación".
Fernández, por su parte, ha condenado la ruptura del orden institucional, ha reiterado que sí fue un golpe de Estado y ofreció acoger a Morales una vez que asuma la Presidencia argentina.