El secretario general de la ONU, António Guterres, reclamó este miércoles una investigación "rápida, imparcial y exhaustiva" de las muertes de varias personas en choques con las fuerzas del orden en la ciudad boliviana de El Alto.
Guterres, a través de un portavoz, lamentó el fallecimiento de al menos cinco individuos -la cifra oficial se elevó este miércoles a seis- y subrayó que debe haber "rendición de cuentas" por parte de la policía.
El jefe de Naciones Unidas llamó a las autoridades a "asegurar que las fuerzas de seguridad cumplen con las normas y estándares internacionales sobre el uso de la fuerza".
"Condenamos toda la violencia y llamamos a los actores políticos y sociales, incluidos los manifestantes, a actuar con contención para facilitar el camino a un diálogo pacífico y a soluciones para la actual crisis", señaló el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, en su conferencia de prensa diaria.
En total, 30 personas han muerto en distintos sucesos durante la crisis en Bolivia, que comenzó después de las elecciones del pasado 20 de octubre, consideradas fraudulentas por observadores internacionales y la oposición, mientras que los heridos suman 775, según la Defensoría del Pueblo.
Este último episodio tuvo lugar el martes, cuando un escuadrón formado por militares y policías procuraba desbloquear una planta de distribución de combustibles en la zona alteña de Senkata.
La Defensoría del Pueblo comunicó en su portal de internet que cuatro de las víctimas letales no han sido identificadas, mientras que las otras dos son varones de 38 y 31 años, todos supuestamente manifestantes que reclamaban la renuncia de la presidenta interina, Jeanine Añez, y el regreso al país del Evo Morales, el expresidente asilado en Máxico.