El 2 de mayo de 2002 Leyner Palacios perdió 32 familiares y amigos en la masacre de Bojayá y ante el temor a repetir esa tragedia pide al Gobierno colombiano que retome los diálogos de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), en punto muerto desde enero pasado.

"El hecho de no dialogar con el ELN es condenarnos a unas comunidades que hemos mostrado una posición en favor de la paz, es condenarnos a la muerte y a eso no estamos dispuestos", dijo Palacios a Efe en Bojayá, donde asistió al sepelio definitivo de casi un centenar de las víctimas de una de las más cruentas masacres del conflicto colombiano.

Para Palacios, ganador en 2017 en Ottawa del Premio Pluralismo Global por reivindicar los derechos y la lucha de las víctimas del conflicto, es fundamental que el Gobierno entienda que el ELN es un factor de violencia en el departamento del Chocó por sus enfrentamientos con el Clan del Golfo, la principal banda criminal del país.

NO REPETICIÓN

Hace 17 años la masacre de Bojayá estremeció al país cuando la guerrilla de las FARC lanzó un cilindro bomba contra las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y el explosivo cayó en la iglesia donde se había refugiado parte del pueblo, matando al menos a 79 personas, aunque otras cifras hablan de 119 muertos y decenas de heridos.

Por eso Bojayá, localidad enclavada en una zona selvática del Chocó, apoya la reconciliación y la paz y pide garantías de no repetición pero ve con frustración la situación que se vive por la presencia del ELN y el Clan del Golfo, según explicó el líder comunitario.

"Hoy Bojayá está en una situación de postración nuevamente, hoy los grupos armados tienen nuestros pueblos rodeados, tenemos alrededor 7.000 personas en confinamiento en estos momentos. Estamos rodeados por el ELN y el paramilitarismo y tenemos unos niveles de omisión muy fuertes por parte de las autoridades militares", lamentó Palacios.

APOYO A LA PAZ

Palacios también pidió al Gobierno más compromiso con la implementación del acuerdo firmado con la antigua guerrilla de las FARC el 24 de noviembre de 2016, pues para Bojayá es crucial que los beneficios de la paz lleguen a esa olvidada región del oeste de Colombia.

"Para nosotros es muy importante que lleguen los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), que se implementen bien la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Comisión de la Verdad", aseveró.

También recordó que el 2 de octubre de 2016 la opción del "sí" en el plebiscito sobre el acuerdo de paz obtuvo una arrolladora victoria con el 95,76 % de los votos en Bojayá, mientras que en el conjunto del país se impuso el "no" por estrecho margen.

"En Bojayá vimos una contundencia y manifestamos nuestra voluntad de construcción de paz en el plebiscito", apostilló.

RECUERDO INSPIRADOR

Cuando el expresidente colombiano Juan Manuel Santos (2010-2018) recibió el Nobel de la Paz de 2016, Palacios fue invitado a la ceremonia que se llevó a cabo en Oslo.

En su discurso, Santos recordó que las FARC pidieron perdón a las víctimas de Bojayá y Palacios, en nombre de ellas, aceptó.

El exmandatario resaltó entonces la "paradoja" de que mientras las víctimas son las más dispuestas a la reconciliación, "muchos que no han sufrido en carne propia el conflicto se resisten a la paz".

Palacios se refirió a ese momento como algo "conmovedor" por la forma en que el exmandatario valoró la labor de las víctimas en la construcción de paz al tiempo que reconoció su sufrimiento.

"Las víctimas no podemos repetir tanta agresión que nos han sembrado, no podemos multiplicar todo ese estrago de sangre y de odio que han sembrado en nuestros corazones. Tenemos que ser personas distintas", resaltó.

CLAMOR POR LA VIDA

El líder social abogó por la seguridad de su comunidad y pidió a quienes son escépticos con el acuerdo de paz que se pongan en sus zapatos, pues las víctimas les pueden enseñar que "el dolor hay que volverlo alegría".

"Si Colombia no para esta manera de agredirse vamos a hacer de este país un infierno y por eso es importantísima la reconciliación, por eso estamos invitados todos los colombianos a salir al encuentro con el hermano", afirmó.

Palacios insistió en que negarse a negociar la paz con los diferentes grupo armados está condenando a muerte a los colombianos que viven en las regiones.

"Yo no me quiero morir, yo quiero seguir viviendo (...) Hoy tenemos una oportunidad de hacer una paz imperfecta en lugar de hacer una guerra perfecta. Llevamos 54 años de violencia y lo que nos ha dejado es tragedias como la de aquí", concluyó.

Jorge Gil Ángel