Al menos un oficial de la Guardia Nacional tunecina y tres presuntos yihadistas murieron en un tiroteo librado hoy en la región montañosa de Kasserine, fronteriza con Argelia, informaron a Efe fuentes de Seguridad.
Según las mismas, el enfrentamiento se produjo a primera hora de la mañana cerca de la localidad de Haydra, situada a unos 275 kilómetros al oeste de la capital, cuando al parecer los sospechosos trataban de penetrar en las montañas que conducen a la región vecina del Kef.
"La operación militar está todavía en marcha. La Guardia nacional rastrea la zona", agregó la fuente, sin proporcionar otro tipo de detalles.
El enfrentamiento coincidió este lunes con el inicio de la campaña electoral para la elecciones presidenciales de Túnez, una cita plagada de dudas prevista para el próximo 15 de septiembre que se perfila como un nuevo examen para la joven y frágil democracia salida de la revolución de 2011.
Y supone el segundo incidente de naturaleza yihadista ocurrido en Túnez en apenas dos meses, desde que el pasado 27 de junio dos presuntos suicidas perpetraran dos atentados contra objetivos de las fuerzas de Seguridad en el centro de la capital.
El ataque, que segó la vida de un agente y causó heridas a ocho personas más, fue reivindicado después a través de las redes sociales por la organización salafista radical global Estado Islámico.
La zona montañosa de Kasserine y Kef son el principal refugio y punto de encuentro de yihadistas locales y radicales procedentes de otros países del norte de África y del Sahel desde que en 2011 triunfara la revolución que acabó con la dictadura de Zinedin el Abidin Ben Alí.
Según el laboratorio de estudios de Inteligencia especializado en salafismo radical "The Soufian Group", Túnez es el cuarto país del mundo en número de ciudadanos que se han unido al Estado Islámico, tras Rusia, Arabia Saudí y Jordania.
Túnez fue escenario en 2015 de tres atentados reivindicados por el Estado Islámico que segaron la vida de 60 turistas extranjeros y 12 miembros de la Guardia Presidencial, que contribuyeron a hundir su economía y minar su transición democrática.
Los comicios presidenciales, los segundos libres desde el triunfo de la revolución, se celebraran bajo la ley de emergencia, impuesta tras el último gran atentado de 2015 y renovada desde entonces cada tres meses.