(LONDRES TV) — Los militares de la operación Sentinelle entrarán en acción este sábado en París durante la movilización de los “chalecos amarillos”. Sin embargo no realizarán tareas antidisturbios. El objetivo de esta movilización es liberar a más gendarmes y policías para frenar los enfrentamientos.

 

La operación Sentielle se puso en marcha en 2015 tras los atentados de Charlie Hebdo. Consiste en patrullas de militares que vigilan las calles. En algunas ocasiones, pocas, han detenido a atacantes o terroristas, aunque su labor es más disuasoria.

 

Este sábado el Gobierno se enfrenta a otra prueba de fuego tras los violentos incidentes del pasado día 17 en la avenida de los Campos Elíseos en los que grupos de manifestantes asaltaron, saquearon e incendiaron comercios. Los altercados terminaron con más de 200 detenidos y el nombramiento de un nuevo prefecto. Habitualmente desplegados en la lucha antiterrorista, los militares no se ocuparán de mantener el orden público, sino de proteger edificios y aligerar el trabajo de la policía y la gendarmería.

 

El Ministro del Interior, Christophe Castaner, insistió el miércoles en la determinación del Gobierno: "Hay que ir más allá, ya que como muestran las escenas del sábado, la violencia ha subido de nivel y nuestra respuesta debe ser firmeza, una firmeza incluso mayor. Este es el sentido de las decisiones anunciadas por el Primer Ministro esta semana que entrarán en vigor a partir del sábado». Otra de las medidas es prohibir manifestarse en los Campos Elíseos.

 

Varios responsables políticos alertan del riesgo de que la situación se desborde, porque como confirmó el viernes el gobernador militar de París, los soldados podrán "abrir fuego si sus vidas o las de las personas a las que defienden están amenazadas".