El Gobierno ultraderechista de Israel llevaba meses amenazando con atacar la localidad de Rafah, en el extremo sur de Gaza y donde se han refugiado más de un millón de palestinos de otras zonas de la Franja. Este lunes, el Ejército ha anunciado la evacuación forzada de los residentes del este de Rafah y ha intensificado sus bombardeos contra esa zona, obligando a los palestinos a huir de nuevo con sus pocas pertenencias y al grupo islamista Hamás a aceptar una propuesta de alto el fuego que los mediadores internacionales –Egipto, Qatar y Estados Unidos– pusieron sobre la mesa el pasado fin de semana.