Unos neumáticos apilados en el centro de la carretera son la última barricada a la que está permitido acercarse. Es el límite de la zona de exclusión alrededor de la central de Chernóbil y el punto de inicio de las visitas guiadas que en los últimos años acompañaban a los turistas a uno de los lugares más siniestros de la historia de Europa. Unos carteles resumen lo que ocurrió tras el accidente nuclear del 26 de abril de 1986.