Las autoridades egipcias han abierto este mes las puertas de dos de sus más conocidas cárceles ante las numerosas críticas por las condiciones en la que viven los presos, en concreto después de la muerte el pasado junio del expresidente Mohamed Mursi tras más de cinco años de detención.
Medios de comunicación, la mayoría egipcios y pocos extranjeros, así como parlamentarios y miembros de los oficialistas Consejos Nacionales de la Mujer y de Derechos Humanos fueron invitados a la cárcel de Borg al Arab, en un paraje remoto al oeste de Alejandría, poco después de que tuviera lugar otra visita a la prisión de Tora, a las afueras de El Cairo.
Leer más: Egipto enseña las cárceles para rebatir duras críticas sobre sus condiciones