El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, restó este martes importancia a las últimas protestas en su país, las mayores contra el mandatario desde 2016, y advirtió sobre los peligros de no alcanzar un acuerdo con Etiopía sobre la presa del Renacimiento en el Nilo, en su intervención ante la Asamblea de Naciones Unidas.
En un discurso de color panafricanista, que concluyó con un llamamiento a la búsqueda de la paz, la cooperación y la promoción y la protección de los derechos humanos, Al Sisi pasó por alto las protestas ocurridas el pasado viernes en distintas ciudades del país y que acabaron con más de 300 detenidos.