La felicidad ha durado pocos minutos. Por fin, en el cuarto intento, el Parlamento británico ha dado el visto bueno al acuerdo del Brexit negociado con Bruselas con 329 votos a favor y 299 en contra –rechazaron tres veces el negociado por la exprimera ministra Theresa May–. Sin embargo, acto seguido ha tumbado una moción presentada por Boris Johnson para acortar las fases subsiguientes y poder ratificar la ley en tan solo tres días, cuando normalmente el proceso podría durar semanas. Johnson ha perdido la segunda votación por tan solo 14 votos (308 votos a favor y 322 en contra).