Construir un hospital con capacidad para 1000 camas en tan solo 10 días. Es el excepcional proyecto puesto en marcha por las autoridades chinas con la intención de dar solución a la alerta sanitaria provocada por el coronavirus de Wuhan. Una crisis que, por el momento, ha causado 170 muertes y obligado al Gobierno chino a poner en marcha un protocolo de actuación sin precedentes en los últimos años con el objetivo de frenar el número de infectados, que ya supera los 8.000 tan solo en territorio chino.
Este protocolo de emergencia contempla entre sus principales objetivos revertir el colapso de un sistema sanitario chino incapaz de absorber el extraordinario número de pacientes que estos días han agotado los recursos humanos y materiales de los hospitales de Wuhan.