El servicio de espionaje polaco fue responsable de la compra fallida de 1.241 respiradores a un traficante de armas, un escándalo que precipitó la dimisión del ministro de Sanidad de Polonia y que, según el exjefe de Inteligencia, demuestra "la vergonzosa incompetencia de los servicios".
"El caso de los respiradores" fue revelado en sus detalles este jueves en medios polacos, con datos sobre cómo el Estado contactó con un traficante de armas y pagó unos 34 millones de euros para hacerse con 1.241 respiradores, de los que solo recibió 200, al comienzo de la pandemia.