La derecha estadounidense entró en la crisis del coronavirus un tanto despistada por los bandazos de Trump. En pocas semanas la epidemia pasó de ser una exageración de los medios a convertirse en "una guerra contra un enemigo invisible".
Sin embargo, la nueva derecha estadounidense ya se ha organizado para aprovechar la desgracia en beneficio propio. Merece la pena prestar atención a lo que dicen, porque EEUU sigue siendo la gran fábrica reaccionaria del mundo. Allí es donde se escuchan por primera vez los argumentos que luego repetirán las derechas de medio mundo, incluida la española.
Primero: busca un enemigo extranjeroLa insistencia de Trump en hablar del "virus chino", en contra de la opinión de sus asesores médicos, no tiene nada de casual.