Francia se prepara para una desescalada muy progresiva a partir del 11 de mayo, con ficheros de enfermos, una brigada para identificar contagios entre sus contactos y una cuarentena para todos los que lleguen desde el extranjero que desincentivará los viajes. Así consta en el proyecto de ley que el Gobierno galo ha aprobado este sábado y que ahora debe ser tramitado y adoptado la semana próxima por las dos cámaras del Parlamento. La alerta sanitaria se prolongará hasta el 24 de julio.
"Tendremos que vivir mucho tiempo con el virus", ha explicado en conferencia de prensa el ministro de Sanidad, Olivier Véran, para justificar esa prolongación y las reglas que entrarán en vigor al inicio de la desescalada.