Tras varios siglos iluminando la noche con la incandescencia de sus cuerpos, más de 2.000 especies de luciérnagas podrían extinguirse debido a la pérdida de hábitat, la fumigación con pesticidas y las luces artificiales, según advierten en un estudio preliminar varios expertos de todo el mundo.
"Si queremos ver luciérnagas en el futuro, debemos considerar esto seriamente", ha dicho a The Guardian Sara Lewis, autora principal del estudio publicado en la revista BioScience y líder de un grupo de biólogos que intenta preservar a estos insectos de la familia de los escarabajos. Más allá de poseer una belleza incandescente, las luciérnagas son importantes para el ecosistema porque se alimentan de otras criaturas como babosas y caracoles.