La meteorología condiciona aspectos físicos y psíquicos que influyen de manera determinante en la economía local, especialmente en el sector turístico y en el que se basa en productos gastronómicos muy ligados a épocas determinadas del año, hasta el punto de que el comienzo de la temporada o su éxito puede depender de que el frío o la lluvia lleguen o no a tiempo.
“Si en mayo hace un calor de muerte, la temporada de playa comienza antes, y si el 20 de junio hace un tiempo primaveral, lo hace después, lo mismo que es fundamental la nieve en Sierra Nevada”, razona en una conversación con Efe el portavoz de la Asociación de Fabricantes de Anisados y Licores de Rute, Anselmo Córdoba.
Leer más: Si hace frío y llueve, toca anisados, mantecados y turismo de interior