La formación ultraderechista Partido Liberal de Austria (FPÖ) ha sido el gran perdedor de las elecciones generales de este domingo tras perder más de un tercio de los votos. Los electores han castigado a los ultranacionalistas por el escándalo de corrupción que derribó al Gobierno.
El FPÖ ha obtenido el 16% de los votos en las elecciones –casi 10 puntos menos que en 2017– tras gobernar 17 meses con la formación conservadora ÖVP en medio de innumerables escándalos por declaraciones xenófobas y antisemitas, así como por varios casos de corrupción.
Las ultimas acusaciones de corrupción contra el que fuera hasta mayo líder indiscutible del FPÖ en los últimos 15 años, Heinz Christian Strache, están detrás de la deserción de sus votantes.
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