Los veranos en Oriente Próximo no son solo sinónimo de calor, sino que a menudo son también sinónimo de guerra. La falta de progreso en las negociaciones entre Israel y Hamás para alcanzar un alto el fuego definitivo en la franja de Gaza complica la situación en la frontera norte de Israel, donde se suceden los intercambios de fuego entre su Ejército y la milicia libanesa chií Hizbulá, que ha incrementado notablemente sus ataques con proyectiles y drones cargados de explosivos contra bases y puestos militares hebreos, lo que ha provocado múltiples incendios forestales.
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