El expresidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, lanza una advertencia a su partido, el Partido Popular Europeo (PPE) y a su sucesora, Ursula von der Leyen: “Sería una buena idea que el PPE se mantuviera bien alejado de la deriva derechista general. Y también advertiría contra cualquier coalición formal con partidos de extrema derecha”. Es el mensaje que el político luxemburgués, de la familia popular con el centrista Partido Popular Social Cristiano (CVS), envía a sus compañeros de filas, que han abierto de par en par las puertas de la extrema derecha en el futuro reparto del poder de la UE y han endurecido sustancialmente sus posiciones en asuntos como la migración.