La pandemia y la quiebra de Thomas Cook dejaron una serie de lecciones en Europa sobre los problemas a los que se enfrenta la industria turística y los clientes en casos de cancelaciones sobrevenidas. Por eso la Comisión Europea ha revisado las normas que afectan a los derechos de los pasajeros y ha planteado a los 27 y la Eurocámara cambios en la legislación vigente. Uno de los más significativos es que los clientes no tengan que pagar más de un 25% del precio total de un viaje organizado hasta 28 días antes de la salida, salvo algunas causas concretas como que el touroperador tenga que abonar antes los billetes.