ISRA ÁLVAREZ

Es el juguete de placer o erótico más demandado y se ha hecho auténticamente viral. Hablamos del succionador de clítoris, un aparato que, con diversas morfologías, marcas y prestaciones, básicamente sirve para el placer femenino.

Se trata de un aparato poco explícito en su aspecto, pero que se distingue fácilmente por tener una boquilla o cabezal que sirve para crear un ligero vacío en el clítoris, de forma que lo estimula de una forma indirecta y en diferentes intensidades.

"Ha llegado al público total, ha roto barreras, se ha viralizado con el boca a boca porque no es un bulo, funciona", explica sobre este utensilio la psicóloga y sexóloga Ana Lombardía.

Lo que hace el succionador, que cuenta con un pequeño motor que bombea el aire, es estimular el clítoris atrayendo a esa zona la sangre, creando un pequeño vacío. El cabezal rodea el clítoris, pero no llega a tocarlo, de modo que es sutil al estimularlo con la succión y el masaje.

Jesús Pérez, uno de los propietarios de Be Lover Erotik Market, un nuevo concepto de tienda erótica, explica que venden más de 100 de estos aparatos cada mes y es de lo más demandado de un año a esta parte.

"El de LELO, Sona, por ejemplo, no sólo tiene la función de succión, que es muy sutil, sino que tiene ondas sónicas y ocho niveles de intensidad", explica el comerciante.

Ana Lombardía explica que el clítoris no es sólo la parte visible, sino que tiene terminaciones por el interior y las ondas estimulan esa parte. "El succionador es un sacaorgasmos", explica, pues no en vano esa parte de la anatomía femenina tiene más de 8.000 terminaciones nerviosas que pueden ser estimuladas. 

La mayoría de las marcas, como LELO o Satisfyer cuentan con estos estimuladores, con baterías de larga duración y recargables por USB. Los precios son muy variados, desde los aproximadamente 30 euros de los modelos más básicos a pasados los 100 de los modelos más exclusivos.

Estos aparatos suelen fabricarse "y es importante mirarlo", explican los comerciantes, con siliconas médicas como las empleadas en la industria protésica y sanitaria, de forma que resultan higiénicos. Algunos modelos tienen cabezales de diferentes tamaños