MARC ARCAS (EFE)
Amazon presentó los nuevos aparatos inteligentes que llevan integrado su asistente virtual.La multinacional estadounidense Amazon anunció este miércoles nuevos aparatos inteligentes que operan con su asistente virtual de voz Alexa, entre los que destacan unos auriculares inalámbricos, una montura de gafas e incluso unos anillos.
En un acto dedicado al hardware en su sede central de Seattle (estado de Washington, EE UU), la compañía que dirige Jeff Bezos también reveló modelos actualizados de su gama de altavoces Echo, incluyendo una versión de gran tamaño con sonido envolvente Dolby Atmos.
Quizá el producto que más llamó la atención de todos los presentados por Amazon este miércoles fueron los auriculares inalámbricos, bautizados como Echo Buds y llamados a competir con los populares AirPods de Apple, que en los últimos años se han alzado como los grandes dominadores de este segmento.
Los Echo Buds son de color negro, tienen un precio de 129 dólares (116 euros), tecnología de cancelación de ruido de Bose, llevan Alexa integrada de manera que basta con pedirles cosas como "Alexa, reproduce mi lista de música favorita" y, según Amazon, la autonomía de la batería es de cinco horas.
Gafas sin proyeccciones en la lenteUn elemento que despertó curiosidad por lo inesperado de su anuncio fue la montura para gafas (Echo Frames), ya que recuerda a las fallidas gafas inteligentes de Google, las Google Glass, que pese a que causaron un gran revuelo en los meses previos a su salida al mercado, jamás llegaron a hacerse un hueco entre los usuarios.
Pese a las casi inevitables comparaciones, las gafas de Amazon no incluyen un aspecto fundamental de las desarrolladas por Google: la proyección contra la lente, de manera que el componente "inteligente" del modelo de Amazon se limita al asistente de voz y por tanto al poder interactuar verbalmente con ellas.
Pero si hubo un producto que realmente hizo levantar cejas en la presentación de este miércoles fue Echo Loop, un anillo negro con dos micrófonos y de apariencia similar a los relojes inteligentes que, entre otras cosas, permite interactuar con el teléfono móvil o con altavoces inteligentes.
El anillo tiene un precio de 129,99 dólares (117 euros) mientras que la montura para gafas, que pesa 31 gramos, cuesta 179,99 dólares (162 euros).
Las novedades en cuanto a altavoces fueron más tradicionales y consistieron fundamentalmente en "puestas al día" de modelos antiguos, así como de Echo Studio, la versión más grande y de mayor calidad de toda la línea y que, según Amazon, "permite el sonido 3D".
Con la voz de Samuel L. JacksonEn paralelo a los anuncios de hardware, la compañía de Seattle reveló que Alexa dispondrá en las próximas semanas de la opción de que su voz suene como la del actor Samuel L. Jackson, así como de las de otros famosos en el futuro.
Amazon indicó que la voz grave de Jackson estará disponible en inglés antes de que termine el año a un coste adicional de 99 centavos (90 céntimos), y que las de otros famosos llegarán en 2020 al mismo precio.
La firma de Bezos indicó que replicar la voz de Jackson y el resto de famosos es posible gracias a la nueva tecnología también presentada este miércoles "Texto a Discurso Neuronal" que imita mejor la voz humana otorgándole "mayor emoción y expresividad".
Las escuchas a los usuariosEste año, Amazon celebró su "día grande" de Alexa en un momento en que los asistentes virtuales se han visto salpicados por la polémica, después de que a principios de julio la prensa belga publicara que personas contratadas por Google estaban escuchando algunas de las interacciones que los usuarios mantienen con Google Assistant.
A raíz de aquel caso, Amazon, Apple, Facebook y Microsoft reconocieron que también vienen haciendo prácticas similares desde el mismo momento en que se pusieron en funcionamiento sus servicios, algo conocido dentro del sector, pero que en muchas ocasiones no ha sido comunicadas de forma precisa o transparente al público.
Las empresas lo justifican alegando que, pese a los avances en aprendizaje automatizado e inteligencia artificial, las máquinas siguen sin ser perfectas y por tanto necesitan que de vez en cuando seres humanos comprueben que están funcionando correctamente y contribuyan a posibles mejoras del sistema.