Tal y como ha podido saber este periódico, Iceta se lleva a Cultura a su mano derecha en su anterior cartera, Víctor Francos, que pasará de la Secretaría de Estado de Política Territorial y Función Pública a ocupar el cargo de Secretario General de Cultura, un puesto que Uribes creó para reincorporar al cuestionado Javier García Fernández, de 72 años. Es un lugar privilegiado desde el que dirigirá la estrategia de las unidades que atienden a las diferentes disciplinas: artes escénicas, cine, museos, archivos, libro e industrias culturales. Las directoras generales que han atendido al sector hasta el momento desde estas áreas, con Adriana Moscoso, Beatriz Navas, María José Gálvez, Lola Jiménez y Amaya de Miguel, no parece que vayan a tener recambio. Sí desaparecen de escena, junto a Javier García Fernández, la directora del Gabinete, Mónika Serrano, y la subsecretaria, Andrea Gavela.
Francos fue el jefe de campaña de Salvador Illa en las últimas elecciones catalanas antes de convertirse en el secretario de Estado de Política Territorial y Función Pública con Iceta. Y antes de las catalanas trabajó con Illa como jefe de gabinete en su etapa en el Ministerio de Sanidad. Es decir, conoce lo que es gestionar una crisis. Es licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Barcelona y tiene un postgrado en Estudios Jurídicos Europeos Avanzados en la misma universidad, y ha estado muy vinculado al Partido Socialista Catalán desde hace más de 17 años. En 2004 asumió su primer cargo político relevante como director de Gabinete de la Viceprimera Secretaría del Partit dels Socialistes de Catalunya.
Además de su dilatada e intensa trayectoria política, los que conocen a Víctor Francos lo describen como un "trabajador tenaz" que no pone límites a su jornada laboral. A los cinco meses de asumir la secretaría de Estado de Política Territorial y Función Pública, resolvió con Iceta un acuerdo histórico con los sindicatos para acabar con la temporalidad de los interinos. Tal y como informó Rodrigo Ponce de León a principios de julio, el pacto con CCOO, CSIF y UGT garantiza situar la tasa de temporalidad de los funcionarios interinos por debajo del 8%, lo que afectará a más de 300.000 plazas estructurales de personal temporal que deberán ser fijas antes del 31 de diciembre de 2024. Los trabajadores culturales podrían estar ante un agente capaz de resolver el Estatuto del Artista que garantizará sus derechos. La presencia en la toma de posesión de Iceta de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, es un símbolo alentador al respecto.
Las fuentes del PSOE definen a Iceta y Francos como "un ministro apasionado con la cultura y un ayudante resolutivo". De hecho, Iceta demostró este lunes su desacuerdo con el cambio de cartera y ninguno de los dos ha gestionado antes asuntos culturales, ni conocen las necesidades del sector pero desde el partido aseguran que no tardarán en reunirse con los actores de las industrias culturales para ponerse al día.
Desde el PSOE hacen una radiografía devastadora del Ministerio de Cultura cuando explican que en el último año y medio "los funcionarios han huido en estampida". Cultura es un erial de personal técnico que necesita ser reconstruido de urgencia para poder asumir la gestión de las convocatorias de las ayudas económicas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Cultura recibirá un total de 525 millones de euros provenientes de fondos de la Unión Europea (un 0,7% del total de los 69.528 millones de euros destinados a España). El exministro reconoció hace unas semanas que tenía un plan pero no tenía medios. La falta de personal es un problema grave que el tándem Iceta-Francos debería solventar sin mayor problema dada su experiencia reciente. "Hay que repoblar el Ministerio", confirman las fuentes del partido consultadas. Para convertir a España en una "superpotencia cultural" necesita reforzar la casa.