En una nota facilitada a EFE por la Academia, Juan Mariné cuenta que, tras sobrevivir a la Guerra Civil, juró que dedicaría su vida al cine. Y cumplió su palabra, ya que este hombre centenario, nacido el 31 de diciembre de 1920, ha pasado por todos los hitos del cine español: filmó el entierro del revolucionario anarquista Buenaventura Durruti en 1936 y fotografió la primera película española en color, "La gata" (1956)
Reconocido con el Premio Nacional de Cinematografía, la Medalla de Oro de las Bellas Artes, el Premio Nacional de Fotografía, el Premio Segundo de Chomón, la Espiga de Honor de la Seminci de Valladolid, el Premio de Investigación Juan de la Cierva y la Medalla de Oro de la Academia, entre otros galardones, Juan Mariné empezó a trabajar en el séptimo arte con tan solo 14 años y, cuando cumplió un siglo de vida continuaba trabajando en su laboratorio en la ECAM, Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid.
Incondicional de las actividades que hace la Academia de Cine –fue el primer director de fotografía que ingresó en la institución–, este explorador de la imagen colaboró con cineastas como Edgar Neville, José Luis Sáenz de Heredia, Antonio del Amo, José María Forqué, Pedro Lazaga y Pedro Masó en las más de 150 películas que fotografió –la última fue "La grieta", de Juan Piquer Simón–.
Y es que hablar de este veterano profesional que durante años trabajó en restauración en la Filmoteca Española y que ha investigado e inventado técnicas con las que mejorar la calidad de la imagen es recorrer la historia del cine español.
Afiliado al sindicato CNT, Mariné grabó el entierro de Buenaventura Durruti a mano porque se agotaron las baterías de la cámara; fue fotógrafo de guerra de Enrique Líster y estuvo internado en los campos de concentración franceses de Saint-Ciprien y Argelès-sur-Mer.
Viajó como preso de San Sebastián a Cádiz; ingresó en el campo de prisioneros de La Rinconada (Sevilla), de donde salió gracias a los contactos de su padre, y fue fotógrafo del Estado Mayor de Cataluña, puesto que compaginó con trabajos como ayudante de fotografía en producciones rodadas en Barcelona. El que es uno de los directores de fotografía más importantes, innovadores y longevos de la historia de España debutó como director de fotografía en "Cuatro mujeres", de Antonio del Amo y trabajó a las órdenes de numerosos cineastas.
Década a década, fue sumando títulos, entre los que figura la primera película en color de la historia de España, "La gata", inventó nuevas técnicas fotográficas y de restauración de películas, como una copiadora óptica o una máquina de lavar negativos diseñadas por él mismo, que puso en práctica en Filmoteca Española.
Cuando dejó la dirección de fotografía en 1990, fue director de restauración cinematografía en la Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid, donde acudió diariamente hasta 2020, año en que llegó la pandemia. En el sótano de la escuela tenía su despacho –varias salas llenas de máquinas y material fílmico–, el ‘sub-Mariné’, en palabras de los alumnos del centro, donde investigaba, limpiaba y restauraba el celuloide.
Objeto de varios documentales, esta figura imprescindible de nuestro patrimonio audiovisual tiene pendiente el estreno de "Juan Mariné. Un siglo de cine", película documental escrita y dirigida por María Luisa Pujol avalada por la Fundación Aula de Cine Colección Josep M. Queraltó, de la que Mariné es uno de sus Patronos de Honor.