La familia, de origen judío y obligada a abandonar Alemania durante el ascenso de Hitler al poder, criticaba en sus recursos que la institución española se hubiese quedado con un cuadro expoliado por los nazis durante los primeros meses de la Segunda Guerra Mundial. Fuentes del entorno de la familia anuncian que llevarán el caso ante el Tribunal Supremo en un futuro.
Se trata de una batalla legal que lleva varias décadas en marcha. Cuando el fotógrafo Claude Cassirer descubrió que el cuadro estaba expuesto en la capital de España, una obra que los nazis habían robado a su abuela, Lilly Cassirer, en marzo de 1939. Su petición de devolución fue denegada y en 2005 los Cassirer abrieron una batalla legal en California que ha terminado en derrota.
Lilly Cassirer falleció en 2010 a los 89 años de edad pero sus herederos mantuvieron el caso abierto: una mujer que logró huir de la Alemania nazi y se vio obligada a deshacerse del lienzo en su intento por conseguir el visado para salir del país. Una vez finalizada la II Guerra Mundial, reclamó judicialmente la obra, ante lo que el Gobierno federal alemán la reconoció como propietaria legal y le entregó 120.000 marcos como compensación.
El cuadro fue localizado en Estados Unidos en 1951, momento en el que fue adquirido por el coleccionista de arte Sydney Brody. Años más tarde, en 1976, fue comprado por el barón Thyssen-Bornemisza y, desde 1993, había estado colgado en las paredes del museo español.
Cuadro valorado en 28 millonesAños de batalla judicial desembocaron en un dictamen de un tribunal estadounidense el pasado mes de enero en que daba la razón a la pinacoteca española y confirmaba que el lienzo de Pissarro, valorado en unos 28 millones de euros en ese momento, es propiedad del Thyssen.
La familia, representada por B. Cremades y Asociados, acudió a otro escalón judicial para solicitar la revisión de la decisión: la Corte de Apelaciones de Estados Unidos del noveno circuito. Y la decisión de los magistrados ha sido no reconsiderar esa petición y, en la práctica, confirmando que la titularidad es del museo español. La familia Cassirer llevará el caso hasta el Tribunal Supremo al entender que los votos particulares dan munición legal a sus alegaciones.
La decisión, que ha podido examinar elDiario.es, no ha sido unánime dentro del tribunal y algunos magistrados han emitido votos particulares explicando que debería haber sido revisado por ser “excepcionalmente importante” no solo desde un punto de vista legal sino desde un punto de vista “moral”. La ley aplicable, dicen estos jueces que se han quedado en minoría, sería la de California, no la española.