"¿Cómo? ¿Ya ehtá? ¿Así de fasi? ¿Ehtáh segura que no sabrá quedao dentro un troso? ¿Er cabesá o argo?". Así se dirige Pili a la enfermera que le atiende en la cárcel en las páginas de Solo quería bailar (Tránsito), la primera novela de la bailarina y creadora escénica Greta García, que apostó por escribir en andaluz. Su acento queda patente en el libro, narrado en primera persona por su protagonista, una joven también bailarina sevillana que ha sido encarcelada porque, como reza la propia sinopsis del texto, "acabó jarta de la institución y su burocracia, y se volvió terrorista, aunque no tan buena como a ella le hubiese gustado".
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