Italia sigue cauta ante la posibilidad de solicitar la línea de crédito del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) para financiar costes sanitarios con muchas menos condiciones que en los tradicionales rescates para afrontar la epidemia de coronavirus.

Así lo asegura el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, en una entrevista que publica este sábado la red de medios paneuropea EURACTIV, en la que señala que si el país termina acogiéndose a esta línea de préstamos será porque así lo ha decidido el Parlamento.

"Roma sigue cauta", reconoce, "pero si las nuevas reglas que rigen la nueva línea de crédito se consideran adecuadas, entonces depende del Parlamento italiano decidir si la usa o no".

Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona acordaron el viernes habilitar una línea de hasta 240.000 millones de euros (unos 260.000 millones de dólares) del MEDE para ayudar a los países más afectados por la pandemia del coronavirus, un fondo que podrá estar disponible ya desde el 1 de junio y que en Italia genera mucha polémica.

De hecho, el Gobierno italiano está abiertamente dividido sobre la posibilidad de acceder a este fondo o no, pues el Partido Demócrata (PD, centroizquierda) lo ve con buenos ojos mientras que su otro socio, el Movimiento 5 Estrellas (M5S), tiene reticencias por los duros ajustes y la supervisión por parte de las instituciones comunitarias que exigió en el pasado.

En esta ocasión, los países europeos han acordado que las condiciones sean reducidas a la mínima expresión para evitar que los Estados se echen atrás a la hora de pedirlo.

El Eurogrupo ha acordado movilizar 540.000 millones de euros en total en préstamos a través del MEDE, un fondo contra el desempleo y el Banco Europeo de Inversiones (BEI), tres instrumentos que son "un paso importante, pero aún insuficiente" para el mandatario italiano.

El ministro de Economía de Italia, Roberto Gualtieri, ya afirmó el viernes que Italia pedirá el 1 de junio ayudas contra el paro y poder acceder a las del BEI, pero no indicó si activará también el MEDE.

Como ha hecho en reiteradas ocasiones en las últimas semanas, Conte volvió a pedir un fondo de recuperación de la UE que sea potente, que se financie con deuda común y que vaya dirigido principalmente a los estados más afectados en forma sobre todo de subvenciones.

Se refirió a los desacuerdos que están mostrando en esta crisis países como Italia, España o Francia con Países Bajos y dijo que la UE no puede responder al impacto de esta pandemia "en la línea de 2010" y cometiendo los mismos errores del pasado.

La futura UE, añadió, debe estar inspirada en un "equilibrio total entre responsabilidad y solidaridad".

Celebró las decisiones en política monetaria que está poniendo en marcha el Banco Central Europeo (BCE) ante esta emergencia y opinó que "ahora la Comisión Europea y los Estados miembros deben hacer lo mismo".

También se refirió al fallo esta semana del Tribunal Constitucional alemán, que ha considerado que el programa de compras de deuda pública del BCE es legal, pero ha pedido a la entidad que aclare la proporcionalidad de sus medidas de política monetaria.

"El BCE está actuando no para proteger a los estados individuales, sino para garantizar la estabilidad financiera y el buen funcionamiento de la política monetaria en la eurozona", apuntó.