Calviño afirma que no se puede fijar un tope para las hipotecas variables de

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha advertido este viernes de que fijar el tipo de las hipotecas variables "no es una medida que se pueda poner en marcha de forma estructural", en referencia a la propuesta de las ministras Yolanda Díaz y Ione Belarra de obligar a la banca a congelar las hipotecas.

Calviño ha defendido durante una entrevista en Radio Euskadi que lo que se ha hecho, por contra, es "dar la opción de la congelación durante un periodo".

Ha argumentado que ya existe un código de buenas prácticas que "abre opciones a los ciudadanos" para, por ejemplo, no pagar comisiones por el cambio de una hipoteca de tipo variable a tipo fijo, y ha pedido esperar a "ver qué recorrido tiene" este código de buenas prácticas.

En un acto posterior en Vitoria, la titular de Asuntos Económicos ha reclamado que el sector financiero "debería ser el primer interesado" en que los ciudadanos vean a las entidades como "parte de la solución" y "ayuda" para poder "capear" la subida de los tipos de interés. "Los tipos de interés no están en niveles históricos muy elevados, pero sí han subido muy rápidamente y genera una situación muy complicada. Sobre esta base tenemos que trabajar. Valoramos todas las opciones, pero la labor del Gobierno es optar por las medidas más oportunas en cada momento y en este momento aquellas que pueden aliviar la situación de las familias sin poner en riesgo la estabilidad financiera del país", ha repetido.

En este sentido, durante la entrevista previa en Radio Euskadi ha señalado que no pueden "cambiar el funcionamiento de un mercado como el hipotecario": "¿Y las personas que suscribieron una hipoteca de tipo fijo? No podemos solo proteger a una parte de los ciudadanos", ha insistido. Por todo ello, ha insistido en que el código de buenas prácticas supone "un buen acuerdo", aunque es "un mínimo" y es necesario "ver cómo se despliega" por parte de las entidades financieras.

No ha querido calificar como electoralista la medida planteada por las ministras de Unidas Podemos, ya que "todo el mundo tiene la mejor voluntad y todas las opciones se analizan".

Calviño ha afirmado que los beneficios del sector bancario confirman "lo adecuado de haber impuesto un gravamen extraordinario a la banca y a las compañías energéticas". Los cinco grandes bancos —CaixaBank, Santander, BBVA, Sabadell y Bankinter— estiman que pagarán unos 1.000 millones de euros por este gravamen. El principal desembolso será el de CaixaBank, que pagará 400 millones de euros.

"Estos beneficios -así como los sueldos millonarios- confirman que el sector tiene margen para contribuir sin necesidad de repercutirlo a los consumidores", ha expresado Calviño.

De este modo, ha sostenido que el Ejecutivo ha hecho "muy bien" al establecer un gravamen que "toda la sociedad española considera que es lo justo". "Estamos estableciendo medidas que son un mínimo y los bancos siempre pueden ir más allá en el apoyo a sus clientes. En este momento es un clamor general que tienen que arrimar el hombro", ha resaltado.