El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha aprobado destinar 162 millones de euros en ayudas del Plan de Recuperación a la repotenciación de parques eólicos y a seis proyectos para crear las primeras plantas de reciclaje de palas eólicas en España.
Son subvenciones incluidas en la primera convocatoria del programa Repotenciación Circular que gestiona el Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE). En total se han adjudicado 185,7 millones en ayudas a 169 proyectos de eólica y minihidráulica.
La mayor parte, 147,8 millones repartidos en 34 expedientes, corresponden a la línea L1, de repotenciación eólica, para reemplazar 1.205 aerogeneradores antiguos por 167 molinos de última generación. Con ello, serán un 86% menos de máquinas cuya potencia media pasará de 600 kilovatios a 5 MW, por lo que serán capaces de casi duplicar la energía generada por los antiguos parques, cuya potencia instalada aumentará solo un 8%.
Otros 24,2 millones corresponden a una línea de modernización de minicentrales hidroeléctricas de hasta 10 megavatios (MW) para la que había previstos más de 42 millones y que beneficiará a 129 proyectos con una potencia global de 256 MW, más 11 MWh de almacenamiento; y a la línea L3, de reciclaje de palas, se destinan otros 14 millones, frente a los 30 millones que había dispuestos.
Tras la propuesta de resolución definitiva con los proyectos que se han adjudicado las ayudas, los promotores tienen diez días hábiles para aceptarlas o rechazarlas. Según los cálculos de las empresas adjudicatarias, su puesta en marcha generará más de 6.800 empleos (de ellos, 2.831 directos), muchos de ellos asociados a lo que el ministerio denomina zonas de Transición Justa y Reto Demográfico.
En el caso del reciclaje de componentes eólicos, la convocatoria establecía que debían recuperarse al menos el 50% en peso de los residuos (palas u otros componentes del aerogenerador que utilicen materiales compuestos, los más difíciles de tratar) y transformarlos en materias primas secundarias que puedan introducirse en otros procesos productivos.
Finalmente, la media de recuperación de los seis proyectos escogidos es del 66%. Alguno prevé recuperar más del 70% para obtener un catálogo amplio de productos y materiales: de fibra de vidrio y carbono, a compuestos orgánicos como hidrocarburos y mezclas de disolventes.
Es una iniciativa pionera, ya que en la actualidad en España no hay ninguna instalación de este tipo capaz de operar a escala industrial. El objetivo es que esas palas y materiales compuestos no acaben en vertederos y generar con ellos nuevas cadenas de valor. La semana pasada, el director de la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia País en Presidencia del Gobierno, Diego Rubio, defendió en unas jornadas organizadas por Redeia que Europa tiene una “oportunidad” con el reciclaje de miles de aerogeneradores de primera generación que esta década llegan al final de su vida útil.
Esta industria incipiente, dijo, puede “garantizar la competitividad y centralidad de la economía europea” si la empezamos a “cultivar”. Rubio señaló que dar una “segunda vida” a esas máquinas y reciclar los metales raros que contienen permitirá “generar unos conocimientos que no existen en otros países”, y “dentro de 20-30 años” permitirá obtener “grandes contratos” en el exterior, “igual que hoy hacemos el tren en Arabia Saudí”.
Según cálculos preliminares, los seis proyectos seleccionados en esta convocatoria suman una capacidad conjunta de tratamiento de residuos de cerca de 18.000 toneladas anuales. Ese porcentaje medio de recuperación del 66% equivale a dar una segunda vida a casi 12.000 toneladas.
Se estima que hasta 2030 España generará, de media, unas 10.000 toneladas anuales de palas y otros elementos de los aerogeneradores que alcancen el final de su vida útil. La capacidad de tratamiento de estas 6 instalaciones superaría el volumen anual previsto de estos residuos en el mercado español a medio plazo, pudiendo contribuir al reciclaje y valoración de palas de aerogeneradores de otros mercados europeos.
Las elegidas son seis instalaciones ubicadas en Almazán (Soria), Cubillos del Sil (Compostilla, León), en las localidades navarras de Lumbier y Cortes y en Málaga y Tarragona.
El ministerio destaca que la capacidad de tratamiento anual de palas de aerogeneradores superaría el volumen anual previsto de estos residuos en el mercado español en el medio plazo, pudiendo contribuir al reciclaje y valoración de palas de aerogeneradores de otros mercados europeos.
El resultado serían casi 12.000 toneladas de elementos reciclados listos para reintroducirse en el circuito productivo en sectores industriales, químico, aeronáutico, automovilístico, metalúrgico y construcción, entre otros, generando nuevas cadenas de valor.
España fue pionera en el desarrollo e instalación de eólica y quiere serlo también en la recuperación de estos materiales. Es uno de los tres países europeos, junto a Alemania y Dinamarca, en los que se concentra el grueso de la inversión pública y privada en I+D+i paren el ámbito de la eólica y, según la patronal AEE, puede cubrir el 100% de la cadena de valor de un aerogenerador.
La eólica ha superado ya la barrera de los 30 GW instalados en España y es la primera tecnología del sistema, con una cuota del 22%. El borrador del nuevo Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) prevé duplicar esa potencia en siete años, hata los 60 GW. Hace poco más de 25 años se instalaron los primeros parques eólicos en España y esos molinos están llegando al final de su vida útil. Se calcula que más de 6 GW del parque español ha alcanzado ya los 20 años de antigüedad y casi 1 GW tiene 25 años o más.
En estos años, el salto tecnológico de los aerogeneradores ha sido espectacular. Han pasado de una potencia inicial de 1,25 MW, con unos 20-30 metros de altura, a los 6 MW que se están instalando actualmente, que alcanzan los 200 metros de altura. Los primeros aerogeneradores producían 300 MWh al año, equivalente al consumo de unas 150 familias. Los actuales generan 15.000 MWh, suficiente para suministrar electricidad a 6.000 familias (una ciudad de 18.000 habitantes).
En la actualidad es técnicamente viable reciclar o reutilizar casi el 80% de los materiales de un aerogenerador. La mayoría de los componentes están hechos de materiales como acero, cobre, aluminio, hierro fundido, hormigón y plásticos que ya cuentan con cadenas de reciclaje totalmente establecidas, pero aún es complicado encontrar soluciones técnicas viables con criterios de economía circular para las palas de los rotores, fabricadas con una combinación de materiales compuestos de resinas poliméricas reforzadas con fibra de vidrio, de carbono o fibras híbridas, difíciles de separar.
El Ministerio también ha asignado otros 147 millones en ayudas de los fondos NextGenEU a 21 proyectos para el ensayo y demostración de renovables marinas. Esta línea de subvenciones impulsa la creación de plataformas de ensayos, demostradores tecnológicos y proyectos mixtos para consolidar una I+D+i de referencia internacional en energía eólica marina, energía de las olas, fotovoltaica flotante o los híbridos de estas tecnologías renovables. Las iniciativas seleccionadas suponen movilizar cerca de 384 millones de inversión.