El mercado laboral español rompió un nuevo techo el pasado verano y alcanzó el máximo histórico de 21,26 millones de personas trabajando, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados este jueves. Entre julio y septiembre, el empleo aumentó en 209.100 trabajadores, en línea con los años prepandemia, y por su parte el paro por su parte se incrementó, algo no muy habitual pero que también sucedió el año pasado, en 92.700 personas.
En concreto, el total de trabajadores sienta un nuevo récord de 21.265.900 personas ocupadas, mientras que el desempleo se situó en 2.855.200 personas.
El verano generalmente es un buen periodo para el mercado laboral. Se crea empleo, gracias principalmente al empuje del turismo y la hostelería, y se reduce el paro. Este año, al igual que pasó el anterior y en algún otro ejercicio, el desempleo ha aumentado pese a la notable creación de puestos de trabajo.
Esto situación, aunque parece contradictoria, puede suceder si el mercado laboral no es capaz de dar salidas a todas las personas que quieren trabajar. En este sentido hay una buena noticia, la incorporación de muchas personas a la población activa, dispuesta a trabajar, que incorporó más de 300.000 personas.
Así, el total de activos se sitúa por encima de los 24,1 millones de personas, "también máximo histórico, lo que pone de manifiesto la confianza de los ciudadanos en encontrar empleo", destaca el Ministerio de Economía.