El Banco Central Europeo (BCE) ha pedido a las empresas que resten a sus márgenes de beneficio las subidas de salarios para no retroalimentar la inflación. La presidenta de la institución, Christine Lagarde, ha dicho que entiende que los trabajadores "se están poniendo al día" tras el mordisco de las subidas de precios a sus ingresos desde 2021 y ha advertido que las empresas deberían asumirlo.
"Por ahora, nuestra evaluación es que el incremento de los sueldos [en el conjunto de la eurozona] refleja principalmente efectos de 'ponerse al día' relacionados con la inflación pasada, más que una dinámica autocumplida en la que la gente espera una mayor inflación en el futuro", explicó, este martes, en un discurso.
Según este análisis, el BCE descarta la "espiral de beneficios y salarios", tan temida desde la ortodoxia de la política monetaria. Teóricamente, dicha espiral se da cuando los sueldos persiguen el aumento de las ganancias de las empreas. Es decir, las empresas repercuten las mejoras salariales en sus precios y los trabajadores se ven forzados a exigir nuevas subidas, en bucle.
"Si las empresas absorben el aumento de los salarios en sus márgenes [la capacidad de obtener beneficios tras descontar los costes, incluidos los laborales, de sus ingresos], los sueldos reales [descontando la inflación] recuperarán parte de sus pérdidas pasadas sin que la subida se traslade completamente a la inflación", expuso Lagarde.
Para nuestro país, hace algunas semanas, el nuevo Observatorio de Márgenes, una recopilación de estadísticas de la Agencia Tributaria, el Ministerio de Asuntos Económicos y el Banco de España, señaló que los sectores de la energía, la banca y la alimentación no solo han defendido sus márgenes (trasladando el encarecimiento de los costes a los precios de venta) sino que los han mejorado en esta crisis, elevando su capacidad de generar ganancias. O lo que mismo, efectivamente, pueden asumir subidas salariales.
Para el resto de sectores, los datos muestran que las empresas, sobre todo las más grandes, han defendido sus márgenes, elevando sus beneficios en general. Hay excepciones, principalmente entre las empresas más pequeñas. El último informe del Observatorio de Márgenes indicó que “la reducción del precio de las materias primas ha hecho compatible la recuperación completa de los márgenes de las empresas con las ganancias de poder adquisitivo de los salarios y la bajada de la inflación”.
Las palabras de Lagarde ganan peso si se tiene en cuento el marco en el que las pronunció. En Alemania, en un debate de "alto nivel", según lo describe el propio BCE, celebrado en el Ministerio de Finanzas (Berlín) y titulado: "La inflación mata a la democracia". Un título que hace referencia a la caída de la República de Weimar y al ascenso del partido Nazi de Aldolf Hitler en plena crisis de inflación.
"Hay pocas dudas de que las oscilaciones bruscas de los precios erosionaron los cimientos económicos de la democracia", lamentó la presidenta de la institución que decide la política monetaria de toda la eurozona con un único objetivo: mantener la inflación controlada, cerca del 2%.
Para cumplir esa meta, desde julio de 2022 ha incrementado los tipos de interés oficiales para ahogar el consumo de las familias y la capacidad de invertir de las empresas o de los Estados y moderar así las subidas de precios, pese al riesgo de provocar una recesión y de destruir puestos de trabajo.
"En el BCE nunca transigiremos en nuestro mandato. Por eso, en respuesta a la escalada de la inflación, hemos aumentado los tipos de interés al ritmo más rápido de nuestra historia, 4,5 puntos porcentuales en poco más de un año [del 0% al 4,5%]", incidió Lagarde. "Sin embargo, después de haber realizado un ajuste tan intenso, nos encontramos en una fase de nuestro ciclo de políticas que yo calificaría de atenta y focalizada", añadió.
Con ese mensaje, la presidenta del BCE viene a confirmar que el consejo de gobierno del organismo descarta un nuevo incremento de los tipos de interés, tras tomarse un descanso ya en su última reunión, a finales de octubre. "Dada la magnitud de nuestras decisiones, ahora podemos dar algo de tiempo para que se desarrollen", ha insistido. Además, cuenta con otras herramientas, que se explican en esta información, al margen de encarecer el precio del dinero y por tanto del euríbor (hipotecas) y del resto de préstamos.
Todas las previsiones apuntan a que la inflación de normalizará en la segunda parte de 2024. Y los expertos coinciden en que la resistencia del consumo de las familias en la eurozona, y también en España, será crucial para evitar una recesión y sostener el crecimiento económico.
Este mismo lunes, Ángel Talavera, economista jefe de Oxford Economics para Europa, destacó en sus últimas estimaciones que "los consumidores serán claves", y para ello deberían seguir recuperando poder adquisitivo. "De la mano de la recuperación de la renta disponible viene la recuperación del consumo", recalcó.