Tras su conseguir su entrada en el Parlamento de Andalucía, el partido de extrema derecha Vox afrontaba sus primeras elecciones generales en 2019, en las que finalmente también entró al Congreso de los Diputados. El partido liderado por Santiago Abascal descubrió al panorama nacional su programa económico. Entre las medidas, Vox abogaba por limitar el derecho de huelga, por ejemplo, endureciendo los requisitos para convocar paros. Este viernes, 24 de noviembre, el partido ha llamado a secundar a una huelga general contra la amnistía con menos del 0,1% de representación sindical.
A primera hora de la mañana, no hay datos de repercusión del paro. Ni siquiera en las propias redes del sindicato Solidaridad, que casi a las 10 de la mañana no había tuiteado ninguna imagen ni información de este viernes, ni de piquetes, centros de trabajo vacíos o movilización de trabajadores, como suele ser habitual en las huelgas. Después, han incluido un par de concentraciones, una frente a una sede de CCOO y otra frente a una socialista.
La huelga de este 24 de noviembre puede sorprender teniendo en cuenta lo defendido por el partido en el pasado. Vox proponía –además de caminar a un sistema de pensiones semiprivado– limitar el ejercicio de huelga a través de una ley que regulase este derecho fundamental, que aún se rige por un real decreto de 1977.
La formación de extrema derecha explicaba entonces que “España necesita una ley de Huelga moderna” y que “el régimen legal vigente ha mostrado su inadecuación para que el ejercicio de ese derecho colectivo se realice sin lesionar los derechos y libertades del resto de ciudadanos”.
Entre los límites, Vox defendía en concreto restringir los requisitos para poder convocar una huelga. El partido abogaba porque la legalidad de la convocatoria de una huelga exigirá “el voto mayoritario y secreto de los trabajadores del sector, industria o empresa en la que se pretende iniciar el conflicto colectivo”.
En la actualidad, la declaración de una huelga pueden acordarla por acuerdo de la mayoría de los representantes de los trabajadores (no del conjunto de la plantilla).
También puede ser convocada por decisión de los trabajadores afectados por el conflicto, por mayoría a través de una votación secreta, y por acuerdo adoptado por las organizaciones sindicales con implantación en el ámbito laboral al que la huelga se extienda.
Este último punto, la exigencia de "implantación" en el ámbito de la convocatoria de la huelga, ha obtenido además una interpretación muy amplia y garantista por parte de los tribunales, que es de la que se está beneficiando Vox este viernes para convocar su paro. La justicia han respaldado huelgas que eran convocadas por sindicatos minoritarios, aunque no tuvieran una elevada representación, en su protección de un derecho fundamental.
Sin embargo, la escasísima implantación del sindicato Solidaridad hacía dudar incluso a algunos expertos en Derecho del Trabajo sobre el respaldo legal de la convocatoria de este viernes.
El sindicato de Vox cuenta, según el propio sindicato, con 250 delegados electos en todo el país, aunque el Ministerio de Trabajo apunta que solo le constan 170 representantes. En total, en España hay "en torno a 278.500" delegados y delegadas sindicales. Es decir, que el sindicato de Vox cuenta –en el mejor de los casos, teniendo en cuenta sus cifras– con una representación del 0,09%.
Sin embargo, el Ministerio de Trabajo dio luz ver al paro y recordó que, al ser un sindicato legalmente constituido y tratarse de un derecho fundamental con especial protección por la Constitución, no podían inadmitir la huelga. En todo caso, en Trabajo señalaban que debería ser un juez quien tomara esa decisión, por esta razón o otras.
Además de los límites en la convocatoria de huelga, Vox también ha defendido restringir los piquetes. Proponía que la norma sobre huelga debía garantizar que “los trabajadores que no desean sumarse a la huelga han de poder trabajar si así lo desean y han de establecerse las garantías para que lo hagan” y limita la actividad de los piquetes informativos “exclusivamente dentro de su centro de trabajo”. Este viernes, el sindicato Solidaridad está haciendo piquetes en centros donde no tiene representación, según los vídeos que han colgado en sus redes.