"Promover el liderazgo político para una buena gestión de gobierno, fomentar la cultura de la libertad y promover la gestión estratégica de los negocios en entornos cada vez más complejos". Es la carta de presentación del Instituto Atlántico de Gobierno (IADG), centro de formación que creó José María Aznar en 2014, con su esposa, la ex alcaldesa de Madrid, Ana Botella, como "directora" y consejera desde este año.
El centro, montado por el expresidente y por el fundador de la Universidad Europea de Madrid, Julio Fidalgo, lleva casi una década aspirando a formar a líderes, pero con cifras de actividad muy discretas.
Se trata de su ex jefe de gabinete Germán Alcayde, ex de Nuevas Generaciones y ex alto cargo de Esperanza Aguirre, vinculado a algún proyecto de hidrógeno verde. Alcayde confía en remontar la situación de la empresa. "Para eso me han traído", dice al teléfono.
Las cifras de partida no son buenas. En mayo de 2020, elDiario.es contaba cómo la mercantil que preside Aznar, Instituto Atlántico de Gobierno, SL, llevaba años encadenando pérdidas. La pandemia solo complicó las cosas y en octubre de ese año, tuvo que recurrir a la línea de avales públicos del Instituto de Crédito Oficial (el ICO) para que le garantizase 268.000 euros de deuda, según datos del Ministerio de Hacienda.
En 2021, último ejercicio en el que depositó cuentas, la empresa tenía deudas a corto y largo plazo de más de 293.000 euros. Según esas cuentas, accesibles a través de Insight View, tenía un empleado, con ventas de 145.000 euros redondos, el mínimo desde que se creó. Lejos de los más de 720.000 euros que llegó a facturar en 2015, su primer año de actividad.
Su beneficio de 2021 fue de algo menos de 15.000 euros, lejos de los algo más de 237.000 euros de 2015. Sus peores resultados fueron en 2018. Perdió más de 153.000 euros, aunque facturaba más de medio millón al año.
En paralelo a este declive, la empresa ha recibido en los últimos años pequeños encargos de Administraciones en manos del PP. Siempre contratos menores, sin concurso público y por sumas poco significativas: en 2021, un curso para el Ayuntamiento de Boadilla del Monte (Madrid) sobre "Smart Cities: Transformando la ciudad" en 2021; y otro sobre "ciudades como motor de la recuperación económica y social postcovid" en la cercana Villaviciosa de Odón para su entonces alcalde, Raúl Martín Galán.
De julio de 2020 (en plena pandemia) data un programa de "Formación y perfeccionamiento del personal" para el Canal de Isabel II. También de ese año y de 2019, varios para las fundaciones de los hospitales Puerta de Hierro (Majadahonda) y Príncipe de Asturias (Alcalá de Henares).
En febrero de 2018, con la empresa enfilando su récord de pérdidas, firmó un convenio para desarrollar prácticas con el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales (CEPC), adscrito al Ministerio de la Presidencia y cuyo director era entonces el jurista Benigno Pendás, ex alto cargo con Aznar.
"No hay una plantilla estable de profesores: montan programas y se los encargan a un coordinador, sea de Energía, de Comunicación, Sanidad, Medio Ambiente... y este contrata a los profesores y monta el programa, máster o posgrado", explica una persona que ha trabajado con ellos, que dice que "llevan un profesorado de alto nivel, los alumnos están súper motivados, es gente que viene a aprovechar la formación y los contenidos son bastante actualizados"
El perfil del alumno medio es homogéneo: "Casi todos son cuadros políticos de partidos conservadores, altos funcionarios y muchos de América Latina".
Desde el inicio, el centro ha ido de la mano de grandes empresas. Creó un órgano asesor que reunió a pesos pesados del Ibex: el entonces todavía presidente de Telefónica, César Alierta, el de Repsol, Antonio Brufau, el ya casi expresidente de Mediaset España y ex de Endesa, Borja Prado, el primer ejecutivo de Mapfre, Antonio Huertas, el ex de Banco Popular Ángel Ron, Manuel Pizarro (Endesa, El Corte Inglés...) o Dolores Dancausa (Bankinter).
A ese órgano lo recibió en audiencia oficial el rey Felipe VI en mayo de 2016. El instituto tiene actualmente en su consejo consultivo a varios expresidentes latinoamericanos, como Felipe Calderón, Álvaro Uribe, Andrés Pastrana o Mauricio Macri. Su nuevo director general dice desconocer la composición de esos órganos consultivos, pues lleva muy poco tiempo en el cargo.
Repsol, cuya privatización total culminó en enero de 1997 Aznar, es una de las que aparecen en la remozada web del instituto en el apartado "quiénes confían en nosotros". Son empresas con relaciones comerciales con el IADG, reconoce Alcayde. En otras palabras, hay dinero de por medio.
Con la petrolera, organiza cada año cursos sobre transición energética para su fundación. El de este año lo inauguró en julio la ex alcaldesa en calidad de "directora" del instituto, según el programa oficial en la web de Repsol. La compañía no aclara si Brufau sigue en ese consejo asesor, ni precisa la contraprestación que entrega al IADG por estos cursos.
El instituto, que en octubre organizó una conferencia gratuita online sobre la estrategia de sostenibilidad en Iberdrola, tiene en su web junto a Repsol y a la multinacional de la publicidad JCDecaux (con la que elDiario.es contactó sin obtener respuesta) los logos de las aseguradoras Catalana Occidente (recientemente rebautizada como GCO) y Sanitas.
Con Sanitas colaboran para "cosas muy puntuales", dice una portavoz: "Tres cursos de formación en 2019, 2020 y 2023". En los dos primeros, sobre digitalización, fueron patrocinadores junto al grupo de sanidad privada HM hospitales y la consultora EY. El tercero versaba sobre Smart Cities. "En nuestros contratos con ellos siempre ha quedado estipulado que las partidas eran para celebrar esos cursos y jamás para otros temas".
Catalana Occidente también "ha contratado en una ocasión, en septiembre de 2023, una formación sobre Smart Cities" para "estudiar la transformación urbana desde la óptica de las nuevas tecnologías y su impacto en el negocio del sector seguros". La impartió un panel de ponentes de diversas entidades "bajo la dirección académica de José Antonio Ondiviela, Director de Smart Cities para Europa en Microsoft y considerado uno de los mayores expertos mundiales en esta temática, sobre la cual asesora también a la UNESCO".
Inicialmente el instituto de los Aznar era un centro adscrito a la Universidad Rey Juan Carlos, la del máster fake de Cristina Cifuentes que desveló este medio. Esa vinculación se acabó y el centro dejó de estar oficialmente adscrito a esa universidad pública en 2021.
En los últimos años han firmado convenios con distintas universidades privadas. Destaca el de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), de los Legionarios de Cristo. En Perú rubricó otro en 2015 con la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), también privada. Más recientemente, otro con la Universidad de Monterrey de México, también privada y fundada por las Congregaciones Católicas.
Con la UFV, que tiene su sede en Pozuelo de Alarcón, muy cerca de la mansión de los Aznar en la exclusiva urbanización Monte Alina, organizan un Máster en Acción Política que inauguró en octubre el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Sus tarifas han ido decreciendo en los últimos años. Si al arrancar el costaba 20.500 euros, hoy no llega a 5.000 euros, con modalidad semipresencial.
La otra gran propuesta, también con alta demanda, dice el director general del IADG, es un "Aula de Liderazgo" que, se lee en su web, es "un foro exclusivo formado por sesiones magistrales que imparten líderes políticos y sociales de primer nivel poniendo su experiencia de gobierno y liderazgo al servicio de los participantes".
Por allí han pasado recientemente, entre otros, el presidente castellano-leonés, Alfonso Fernández Mañueco, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, o Nicolás Redondo Terreros, expulsado por los socialistas en septiembre.
Al presentar el instituto en 2015 en la Casa de América de Madrid, Aznar afirmó que "no es una iniciativa ni de propaganda ni de partido". Además de por popes del Ibex y buena parte de la plana mayor del PP de la época, estuvo arropado por el escritor peruano Mario Vargas Llosa, con cuya Fundación Internacional para la Libertad (FIL) también firmó un convenio en 2022 "para realizar actividades conjuntas y programas académicos en los ámbitos de la cultura, las ideas políticas y la formación".
Mención aparte merece la relación de los Aznar y su centro de formación con Perú. De allí procede su hasta ahora consejero delegado, el economista Daniel Cordova, recién sustituido por Alcayde. Afincado en Madrid, fue uno de los ministros más breves de la historia peruana (estuvo solo unas semanas en el Gobierno de Martín Vizcarra) y ha ocupado ese puesto en el instituto unos meses.
Cordova fue nombrado consejero del instituto hace menos de un año. Poco después se sumaron, entre otros, el empresario venezolano afincado en Miami Nelson Mezerhane, dueño del Diario Las Américas y que ya pertenecía al consejo asesor del instituto, además de la propia Ana Botella. También se sumaron como accionistas otros dos empresarios peruanos, Juan Alberto Forsyth y Werner Schuler, y el colombiano Javier Cárdenas también radicado en Miami.
La conexión con Perú no acaba ahí. La ex alcaldesa de Madrid es desde 2020 consejera de la cementera peruana Pacasmayo, del empresario minero Eduardo Hochschild, una de las mayores fortunas del país, heredero del alemán Mortiz Hochschild, que hizo fortuna en el siglo XX con el comercio de minerales en Latinoamérica.
En Pacasmayo, junto a Botella, es también consejera una hija del magnate, Ana Sofía Hochschild Correa. Esta veinteañera (nació en 1998) administra en España desde este año la empresa World Wide University SL, que según sus cuentas es el mayor accionista (60%) de Voxel School, escuela universitaria de artes digitales y videojuegos en Madrid que inauguró en 2022 Isabel Díaz Ayuso. El curso de 2023 lo inauguró a principios de octubre la vicealcaldesa de Madrid, Inmaculada Sanz. La buena conexión con el PP es evidente.
Se da la circunstancia de que nada más crearse en 2018 World Wide University, como contó El Español en febrero, se convirtieron en socios de esta empresa una sociedad de Islas Caimán, como accionista mayoritario, y una firma del exministro de Aznar Francisco Álvarez-Cascos y su entonces esposa, la galerista María Porto. Porto fue consejera y vicesecretaria de la dueña del 60% de Voxel School hasta 2020, tras su divorcio del exvicepresidente de Aznar.