La farmacéutica Grifols, protagonista de una grave crisis bursátil estos días tras el demoledor informe del polémico fondo especulativo Gotham, fichó como directivo a un ex socio de su auditora, KPMG, que se encargó de supervisar las cuentas anuales de la multinacional catalana durante seis ejercicios.
Se trata de David Ghosh, ex socio de la auditora KPMG, la firma que ha auditado a Grifols durante más de tres décadas, un plazo que hoy es totalmente inusual en el Ibex. Ghosh firmó los informes de auditoría de KPMG sobre las cuentas de Grifols de los ejercicios 2005-2010, ambos incluidos, todos ellos sin salvedades.
Posteriormente, y en una fecha que la compañía no precisa, Grifols fichó a Ghosh para un puesto directivo, el de Global Chief Compliance Officer. En un correo electrónico, un portavoz de la compañía indica que "actualmente no hay ningún David Ghosh en la plantilla de Grifols y tampoco nos consta con posterioridad a 2017, que es lo que hemos podido confirmar por el momento". La empresa no facilita ninguna información sobre qué puestos desempeñó Ghosh. KPMG no comenta este asunto.
Cuando Ghosh dejó de firmar sus informes de auditoría para Grifols, la ley vigente en ese momento prohibía a los responsables de la auditoría de una empresa fichar por ella como consejeros o directivos “durante el año siguiente a la finalización del trabajo de auditoría de cuentas correspondiente”.
Ese plazo de incompatibilidad se redujo a un año con la ley aprobada en 2015. Fuentes del sector explican que Ghosh dejó KPMG con 62 años y que al incorporarse a Grifols ya había pasado ese plazo de incompatibilidad de dos años.
El paso de Ghosh a Grifols fue, por tanto, legal, aunque bastante inusual en el Ibex. Un caso que se produjo más o menos por las mismas fechas fue el de Manuel Valls, ex socio de PWC hasta 2013 que auditó las cuentas de Banco Sabadell entre 2006 y 2012. Desde 2016 Valls es consejero de la entidad, con la calificación de independiente.
El trasvase de profesionales de las grandes firmas de auditoría a empresas privadas es una práctica habitual, especialmente, para convertirse en consejeros del Ibex ya en la recta final de sus carreras profesionales, en un sector en el que es habitual retirarse a los 55 años. Un ejemplo clásico es el de Manuel Soto, histórico del sector que fue fichado por Banco Santander en 1999, un año después de dejar Arthur Andersen, la actual Deloitte, auditora histórica del banco durante décadas (hasta 2015). En Santander es actualmente consejero Germán de la Fuente, que fue consejero delegado de Deloitte en España hasta 2021 y que en el pasado auditó a entidades como Bankinter.
El propio Alfredo Arroyo, actual director financiero de Grifols, fichado en 2007 como vicepresidente de Administración y Finanzas, también trabajó hace muchos años en KPMG. Arroyo fue uno de los encargados de dar explicaciones este jueves a los analistas de brókeres y bancos en una conferencia sin preguntas de la prensa para aclarar las dudas generadas con la contabilidad de la compañía por el informe de Gotham.
Las operaciones que ha cuestionado Gotham en su informe se concentran sobre todo en el año 2018. Ghosh habría dejado la farmacéutica justo antes de ese año. El periodo en el que auditó sus cuentas es también previo a esas supuestas irregularidades, que siguen provocando dudas en el mercado. Grifols se despeñó otro 16,17% este jueves tras esa conferencia con analistas, convocada para tratar de despejar las dudas sobre su relación con su accionista el holding holandés Scranton. Grifols ha reconocido que la CNMV le ha pedido información sobre este asunto y le ha dado un plazo de diez días para responder.
El caso de Ghosh levanta interrogantes éticos sobre la relación de Grifols con KPMG, en un momento en el que la compañía está en el foco por el informe de Gotham, la firma especulativa que hundió a Gowex, contra la que Grifols ha anunciado acciones legales. KPMG ha auditado a la multinacional catalana de manera ininterrumpida durante 33 años. Solo a partir de este ejercicio se va a encargar esa labor, por obligación legal, a otra firma, Deloitte. 33 años es un plazo muy inusual desde que la entrada en vigor de la Ley de Auditoría de 2015 estableció la obligación de rotar de auditor periódicamente.
Ahora, la media de permanencia ininterrumpida de una misma firma de auditoría en las empresas del Ibex es de algo más de 6 años seguidos. En ninguna otra firma del selectivo ese plazo superaba en 2022 los 10 años, según los últimos datos de la CNMV.
Durante los años en que Ghosh auditó a Grifols, la compañía acometió importantes hitos, como empezar a cotizar en el mercado continuo español (en 2006) y desembarcar en el Ibex 35 (en 2008). En 2011 realizó la adquisición de la estadounidense Talecris Biotherapeutics, que le permitió dar el gran salto en la industria global del plasma, convertirse en el tercer fabricante mundial e iniciar su cotización en el NASDAQ estadounidense.
El nombre de Ghosh aparece en un informe sobre el funcionamiento del comité de auditoría de Grifols correspondiente al ejercicio 2015 que ya no está disponible en la web de la farmacéutica. En concreto, entre las “actuaciones más relevantes” del ejercicio se recogía una “presentación del Sr. David Ghosh, Chief Compliance Officer a los miembros del Comité sobre los acontecimientos más relevantes en relación con el programa Grifols Ethics and Compliance Program”. El puesto de Global Chief Compliance Officer en Grifols se creó en 2011, según contaba Expansión en julio de 2016.
En aquellas fechas, el puesto de director de Cumplimiento había ganado peso en las empresas, tras la reforma del Código Penal que entró en vigor en 2015 e introdujo en la legislación española la responsabilidad penal de las personas jurídicas.
Un ex socio de KPMG que trabajó con Ghosh en esos años le define como “serio y buen profesional” y destaca que su puesto en Grifols no debió ser cómodo: el chief compliance officer es una especie de policía dentro de la organización, una suerte de “pepito grillo” que debe dar la voz de alarma en caso de detectar alguna irregularidad. “No es un puesto ejecutivo, sería más chocante si se hubiera convertido en director financiero, dice este ex de KPMG.