Las empresas no financieras siguen exprimiendo la crisis de inflación. El margen de beneficios promedio, sin incluir a las energéticos, supera ya en 3 puntos el nivel previo a la pandemia, según el último informe trimestral del Observatorio de Márgenes, que se ha conocido este miércoles y recoge datos hasta el cierre de septiembre de 2023.
Este indicador, que se construye con datos del Ministerio de Economía, de la Agencia Tributaria y el Banco de España, y que divulga esta última institución, muestra que la grandes compañías de la agricultura, la industria y las eléctricas son los sectores que han aprovechando más la crisis de precios para obtener más ganancias.
En el caso de la agricultura, el aumento de los márgenes los sitúa 25 puntos porcentuales respecto al nivel de 2019, según el cálculo que realiza el Observatorio. Este crecimiento se circunscribe a las grandes empresas de este sector, puesto que la estadística "no incluye datos de autónomos, con elevada presencia" en esta actividad, aclara el Banco de España. La rentabilidad del resto de la cadena de la alimentación, tanto la industria agroalimentaria como los supermercados, está por debajo del nivel previo a la pandemia.
En el sector energético, el que más exprimió la inflación en 2021, en una claro proceso de avarainflación —como algunos economistas han calificado la escalada de los beneficios de algunas empresas por avaricia, al disparar los precios mucho más de que lo que se les han encarecido los costes—, las eléctricas mantienen sus márgenes en máximos, según el Observatorio. Casi 40 puntos por encima del nivel de 2019.
En cambio, "el margen sobre ventas en el subsector del refino ha presentado un repunte en el tercer trimestre de 2023, tras los fuertes descensos experimentados a partir del segundo trimestre de 2022". En este caso, se encuentra en niveles similares a los de antes del shock de la COVID. Hay que tener en cuenta que defender márgenes, en un entorno de incremento de los ingresos, también significa elevar los beneficios. Misma rentabilidad, con más ventas, son más ganancias.
"En los sectores ligados al turismo y el transporte, los márgenes consolidan la tendencia observada en los últimos trimestres y permanecen estables tras haberse recuperado de la intensa contracción experimentada durante el shock del COVID", continúa el informe. "Los márgenes sobre ventas en el resto de servicios (excluidos energéticos y comercio de alimentos), que resistieron mejor la crisis de la pandemia, recuperaron los niveles anteriores a la pandemia en el cuarto trimestre de 2022, y presentan una tendencia creciente a lo largo de 2023", añade.
Por último, "en el sector industrial (sin incluir las ramas de producción energética y la agroalimentaria) la evolución de los márgenes desde finales de 2022 está muy ligada la caída de los precios de las materias primas. El abaratamiento de los insumos [el coste de la energía, de las materias primas...] habría contribuido a que [la rentabilidad] supere los niveles anteriores a la crisis energética en el tercer trimestre", explica el Observatorio de Márgenes.
En este contexto, de mejora de los márgenes y de abaratamiento de los costes, todos los análisis apuntan a que las empresas pueden permitirse subidas salariales. “Comprender las fuerzas impulsoras de la inflación es importante para evaluar su probable persistencia”, justifica la Comisión Europea en el arranque de un análisis reciente. “Los precios de la energía y los cuellos de botella en el comercio mundial [por la salida de la pandemia] fueron la raíz del reciente aumento de la inflación. Sin embargo, la importancia de los factores internos se ha incrementado considerablemente en toda la UE”, indicó la institución.
Para el conjunto de la UE, los economistas de la Comisión Europea señalan que los beneficios de las empresas han aumentado “con fuerza en 2022 y 2023 por la rápida transmisión del mayor coste de los insumos [los bienes y servicios que necesitan para producir sus productos finales] a los precios de venta”. Por otro lado, estos expertos admiten que en estos dos últimos años “el ajuste de los salarios ha sido más lento”.
A partir de este año, “los trabajadores se están poniendo al día” tras el mordisco de las subidas de precios a sus ingresos desde 2021, según describió la propia presidenta del BCE, Christine Lagarde. Incluso Lagarde recalcó que las empresas deberían asumir las subidas de salarios, porque tienen capacidad para hacerlo.
“Si las empresas absorben el aumento de los salarios en sus márgenes [la capacidad de obtener beneficios tras descontar los costes, incluidos los laborales, de sus ingresos], los sueldos reales [descontando la inflación] recuperarán parte de sus pérdidas pasadas sin que la subida se traslade completamente a la inflación”, expuso la presidenta de la institución que dirige la política monetaria de la eurozona.
Estas conclusiones vuelven a poner en cuestión las agresivas subidas de los tipos de interés del BCE para luchar contra la inflación y justifican los incrementos del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), de las pensiones y el resto de medidas para aliviar el daño de la inflación que ha desplegado el Gobierno de coalición desde 2021, sobre todo las dirigidas a los más vulnerables.
En España, el panel de previsiones de Funcas recoge incrementos de los sueldos en promedio del 2,9% en 2022 y el 5,2% en 2023, que se quedan muy por detrás del golpe de la inflación, que superó el 8% en en 2022 y el 3% el año pasado.