La demanda del turismo no da síntomas de frenazo y algunos destinos españoles se ven beneficiados por la situación bélica en Gaza. El consejero delegado y vicepresidente de Meliá, Gabriel Escarrer, ha reconocido en Fitur que Canarias -como también sucede con Cabo Verde- está viendo crecer el número de turistas y ha apuntado que el motivo son las "desgracias ajenas", en relación a la situación en Oriente Medio y, en concreto, al "decrecimiento del número de turistas en Egipto".
"Este decrecimiento del turismo en Egipto, del 30% desde que comenzó la guerra en Gaza, de ir a más, podría afectar a Turquía que es un competidor de España en verano.
En cuanto a la evolución de turistas, Escarrer asune que "no vemos ningún síntoma de ralentización de la demanda", después de que España haya cerrado 2023 con cifras récord en ingresos y visitantes.
Uno de los segmentos que crece es el de los viajes de negocio y de grupos, las convenciones y los incentivos. "Es un recimiento muy importante. En estos momentos, a finales de enero, más de 15% de grupos e incentivos respecto a lo que era hace un año". "Somos optimistas", ha concluido durante la presentación a medios en la feria turística.
La compañía hotelera pone el foco en el segmento de alta gama. Una evolución para atraer turistas de alto poder adquisitivo que es generalizado en el sector como vía para mantener los ingresos pero sin provocar el colapso de los destinos. "Actualmente el segmento luxury y premium es el 66% de nuesta cartera y con los hoteletes que abriremos en los dos próximos años llegará al 84%".
Ahí se enmarca, por ejemplo, los hoteles Zel -donde la hotelera tiene como socio al tenista Rafa Nadal- que prevé una apertura en el entorno de la Gran Vía de Madrid y en Tossa del Mar (Girona). Este último es un hotel ya existente que actualmente es propiedad de Azora y que cuenta con "dos calas privadas" a las que solo se puede acceder por el hotel. El de la madrileña Gran Vía es actualmente un hotel Innside, que ya opera la compañía y que cambiará de marca.
Solo en el segmento de lujo, la hotelera prevé que su oferta pase del 13% de su cartera al 32%, en dos años.
En cuanto al empleo, Escarrer asume que sigue habiendo problemas para encontrar empleados y que hacen falta más.
Ha asegurado que Meliá cerró 2023 con 8.000 personas en plantilla en España y que para este año contempla 2.500 vacantes abiertas. "El coste salarial ha aumentado un 13% del 2022 a 2023", ha apuntado, sin dar más detalles.
En cuanto al crecimiento en sí, Meliá pone el foco en mercados como Albania o en Arabia Saudí, que asume está en fase de crecimiento y este año prevé alcanzar, por primera vez, las 100.000 habitaciones en oferta.
Otra de las cadenas que cambia su planteamiento comercial es Hesperia, que también va a comercializar la marca Novotel. En cuanto a los hoteles bajo la enseña Hesperia, la compañía tiene previsto invertir 20 millones de euros en la renovación de los establecimientos que opera bajo su marca y llegar a los 24 gestionados.
Su director general de negocio, Gonzalo Alcaraz, ha reconocido en Fitur que habrá subidas de precios "importantes" y que el reposicionamiento va a conllevar dos años. Una subida de precios que alcanza el 20%, aunque en Sevilla -que abrirá en febrero- el incremento de las tarifas es del 35%.
"La masificación no es buena, se combate con la calidad", ha asegurado Alcaráz, respecto a los problemas para seguir creciendo en volumen. También ha recalcado que la cadena apuesta por los hoteles de cinco estrellas.
Hesperia también opera enseñas como Hyatt Residency, Grand Hyatt, Dreams o Secrets. Cerró 2023 con un volumen de ingresos de 160 millones de euros, frente a los 133 de 2022. Este año, prevé llegar a 178 millones. Estamos muy contentos. Este portafolio de marcas es muy complicado de operar pero el mercado nos lo está agradeciendo".