El Gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, se ha posicionado sobre el debate de una reducción de la jornada laboral, a un máximo de 37 horas y media. Una medida que, según calculó el Ministerio de Trabajo, podría alcanzar a 12 millones de trabajadores.
“Hay que tener en cuenta que avanzar en su reducción, sin contemplar ni la considerable heterogeneidad en la duración de la jornada entre distintos tipos de empresas y sectores ni las ganancias de productividad, que son las que permiten finalmente aumentos salariales y reducciones de la jornada laboral, conllevaría riesgos para el crecimiento del empleo”, asegura Hernández de Cos en el Informe Anual del supervisor que se ha publicado este martes.
El texto, que resume la situación y los retos a los que se enfrenta la economía española, no ahonda en los posibles efectos de una reducción de las horas trabajadas.
El informe únicamente apunta que en un contexto de empleo como el actual, “el intenso incremento de la ocupación fue de nuevo compatible con una reducción de la jornada laboral media, que aún no habría recuperado su nivel previo a la pandemia”, en referencia a 2023. “Este descenso refleja el impacto de factores tanto de índole coyuntural –por una mayor incidencia de bajas por enfermedad e incapacidad laboral, asociada en parte a las secuelas del COVID– como de carácter tendencial, vinculados a los aumentos de la participación femenina, del peso del sector servicios o de la parcialidad”.
“Efectos adversos” de nuevas subidas del SMIEn su presentación al Informe, el gobernador también pone en el foco el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Desglosa que “ha aumentado un 54% desde 2018, superando el 60% del salario bruto mediano, con gran disparidad entre provincias”.
“Se estima que en 2024”, el SMI “afectará al 12,7% de los trabajadores” y “alcanzados estos niveles, sería conveniente que eventuales aumentos futuros del SMI tuvieran en cuenta –mediante un análisis ex ante detallado– los posibles efectos adversos que podrían suponer, en ausencia de mejoras en la productividad, para el empleo de determinados grupos de trabajadores, empresas y regiones”, enumera.
El gobernador del Banco de España termina su mandato este mes de junio y, de momento, el Gobierno no ha indicado quién va a sucederle al frente del supervisor.
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha indicado en varias ocasiones que será “una persona cualificada”, con amplios conocimientos sobre las materias de las que se ocupa el Banco de España. “Ese será también el tipo de cualidades que han sido y serán parte de la decisión cuando vayamos a nombrar a su sucesor o sucesora”, aseguró hace unas semanas a la agencia Bloomberg.