Huyeron a tiempo de Eurofinsa, quebrado gigante de la ingeniería que fundaron y que ha entrado fuerte en la última lista de morosos de Hacienda. Diversificaron su fortuna en el fabricante navarro de máquinas automáticas Azkoyen, participado por varios multimillonarios españoles. Y recientemente han logrado tumbar la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) de El Gasco, monumental presa fantasma en Madrid considerada una joya de la ingeniería española.
Son tres detalles que definen a los Ruiz Lafita, una de esas grandes fortunas sin rostro del panorama empresarial español. Con muy poca exposición pública, esta pareja es un fijo en la zona media del pelotón de los rankings de ricos españoles. El último que elaboró El Mundo les coloca en el puesto 254, con un patrimonio neto de 255 millones de euros.
Dueños de casi el 30% de Azkoyen (son sus primeros accionistas), el matrimonio que forman Víctor Fernando Ruiz Rubio y Rosario Lafita González-Gayarza tiene intereses en el sector inmobiliario, el hotelero o de la automoción, entre otros. Víctor Ruiz también tiene un pasado de 35 años en Eurofinsa, de la que fue socio fundador en 1977, con un 45%, y llegó a controlar la mitad de las acciones.
En sus buenos años, Eurofinsa facturaba más de 500 millones, con más de 5.000 empleados y presencia en más de 30 países. Pero en 2023, tras años de decadencia, entró en concurso de acreedores, en la mayor quiebra empresarial en España postpandemia. Con un agujero de más de 300 millones y ya en liquidación, se ha estrenado en la lista de morosos con una deuda de 71.125.034 euros. Es líder entre las nuevas incorporaciones y la duodécima empresa que más dinero debe al fisco, según el listado que la Agencia Tributaria publicó hace unos días.
En septiembre de 2018, este medio contó que Hacienda reclamaba 104 millones a Eurofinsa, cuyo administrador único y propietario en los últimos años, Mauricio Toledano, ya arrastraba episodios oscuros que apenas han salpicado a Víctor Ruiz y han ido a peor desde entonces. Tras la quiebra de Eurofinsa, en la que el administrador concursal ha reprochado a Toledano su falta de colaboración en el proceso, el empresario está investigado desde este año en una pieza del caso Villarejo por un encargo en Panamá al policía cuando todavía estaba en activo.
Toledano, que fue tesorero del Real Madrid CF entre 1989 y 1994 y secretario general de las comunidades judías en España, formó parte del patronato de la FAES de José María Aznar hasta que en 2016 apareció vinculado al escándalo de comisiones ilegales para lograr contratos en África y Latinoamérica protagonizado por Gustavo de Arístegui, diplomático y ex alto cargo de Aznar, y Pedro Gómez de la Serna, ex diputado del PP.
El propio Aznar aparece, junto a la Agencia Tributaria, en la lista de cerca de 500 acreedores de Eurofinsa, que en muchos casos (como el del expresidente) muy probablemente no recuperarán nada. A Aznar Eurofinsa le dejó a deber 106.000 euros.
Su cofundador, Víctor Ruiz, todavía participaba en ella cuando Eurofinsa tomó algo más del 17% de Libertad Digital, el grupo mediático de derechas de Federico Jiménez Losantos. Ruiz estuvo también, junto a su hermano Gerardo (ex accionista de Eurofinsa) y Mauricio Toledano, entre las personas a las que la Fiscalía abrió una investigación en 2010 por supuestos sobornos de 20 millones para asegurarse más de 300 millones en adjudicaciones en Angola para Eurofinsa.
Anticorrupción comenzó a indagar en los negocios de la compañía allí por una comisión rogatoria remitida por Suiza en 2010. Sostenía que Eurofinsa había comprado con dinero, joyas, relojes y vehículos a las autoridades del país africano. Las pesquisas afectaron a cinco ministros y al hijo del entonces presidente angoleño, José Eduardo dos Santos, como beneficiarios de esos supuestos sobornos.
Pero el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz archivó las diligencias en 2011 para sorpresa de Anticorrupción. Argumentó que hubo regalos, pero era imposible determinar “que fueran para conseguir contratos”.
Archivada la vía penal, esas diligencias de la Fiscalía sí derivaron en varias sanciones de la Agencia Tributaria a Eurofinsa por deducirse entre 2008 y 2011 servicios que supuestamente le prestaron tres empresas angoleñas. La Audiencia Nacional determinó en 2022 que no había “ninguna prueba” [“clamoroso déficit probatorio”, decía la sentencia] de esos trabajos y confirmó las sanciones por la vía de lo contencioso-administrativo.
Para entonces Víctor Ruiz llevaba una década fuera de Eurofinsa. El empresario lo vio venir. En 2012, a pocos meses de que finalizara la inspección de Hacienda que derivó en esa reclamación multimillonaria, la patrimonial de los Ruiz Lafita, Inverlasa, vendió a Eurofinsa su 50% del capital, 3.334 acciones “valoradas en nada más y en nada menos que en 54.935.713,00 euros”, como destacó en su informe el administrador concursal, al que ese precio le llamó “poderosamente la atención”.
A cambio de la mitad de Eurofinsa, Inverlasa recibió el 99,99% de otra mercantil, Europroperty SL. Esta firma obtiene la mayoría de sus ingresos de dividendos de participadas (3 millones en 2022), aunque una parte relevante (1,4 millones) viene del alquiler de inmuebles.
Según sus últimas cuentas, disponibles a través de Insight View, maneja inversiones inmobiliarias con un valor contable neto de más de 30 millones, casi la mitad de sus activos. Entre ellas, el edificio Eurocentro, muy cerca del estadio Santiago Bernabéu y sede de Inverlasa.
Europroperty es también uno de los propietarios de terrenos que ha pleiteado contra la protección de la presa de El Gasco, una locura arquitectónica definida como “la mayor obra de ingeniería civil del siglo XVIII” que promovió la disparatada idea de unir el río Guadarrama con el Guadalquivir mediante un canal navegable. De Madrid al Atlántico desde Las Rozas.
La presa inacabada, que iba a ser la mayor del mundo y cuya frustrada construcción daría para una o varias películas, se asienta en un entorno privilegiado en el término municipal de ese rico municipio y en los de Torrelodones y Galapagar, en el cotizado Noroeste madrileño.
Expediente “caducado”Tras dos siglos de olvido institucional, la Comunidad de Madrid lleva más de una década intentando sin éxito declararla BIC en la categoría de paisaje cultural. Pero uno de los propietarios de terrenos que lo han frenado es Europroperty, de los Ruiz Lafita, que en mayo de 2023 logró una sentencia favorable del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de mayo de 2023 que declaró “caducado” el expediente.
En 2017 Europroperty planteó un proyecto para rehabilitar dos edificaciones en ruinas en ese entorno, en la finca “La Isabela”, en Las Rozas, compuesto de una casa principal, otra para los guardeses, garaje, dos casas anejas, piscina cubierta, invernadero, piscina al aire libre o un pozo. Lo hicieron de la mano de Invergesa SL, cuyo administrador único es Gerardo Ruiz, hermano de Víctor Ruiz y vinculado a otras mercantiles como Promoción de Viviendas Torrelodones SL.
La holding Inverlasa, que ha declinado atender a elDiario.es, tenía en 2022 activos de casi 289 millones y un patrimonio de 263 millones, según las cuentas consolidadas remitidas recientemente al Registro Mercantil. De ella cuelgan paquetes de acciones en un fabricante navarro de pastillas de freno, Icer Brakes (57,5%), o el 31% del Alhambra Palace, un cinco estrellas en Granada con más de un siglo de historia y espectaculares vistas de Sierra Nevada.
Inverlasa también desarrolla actividad agrícola en varias fincas, como Navayuncosa (Aldea del Fresno, Madrid) o Las Latas (El Escorial). Allí tienen una impresionante casa familiar de recreo de estilo herreriano que compró a finales del siglo XIX el abuelo de José Ortega y Gasset, Rafael Gasset, dueño del periódico liberal El Imparcial.
Tras cerrar su sicav, Lodones Inversiones, los Ruiz Lafita han creado una sociedad de inversión libre, Finlar Inversión SIL, de moda entre las grandes fortunas por sus ventajas fiscales, y que cerró 2023 con un patrimonio de 45 millones. En 2022 vendieron con plusvalías de 9 millones su participación en Friologic, operador especializado en temperatura controlada que en tiempos estaba participado por Eurofinsa.
La inversión más conocida de Inverlasa es ese 29% de Azkoyen. Cotizada en Bolsa, en 2023 ganó un récord de 17,5 millones (la mitad fue a dividendos) con ventas de 192,5 millones. Los Ruiz Lafita son accionistas desde 2018 junto a otras grandes fortunas españolas como la asturiana Carolina Masaveu (11,4%) o los malagueños Domínguez de Gor (7,35%), otros multimillonarios semidesconocidos dueños de la textil Mayoral y muy activos en bolsa.
Una de las representantes de Inverlasa en Azkoyen es Ana Ruiz Lafita, una de las hijas del matrimonio. Su hermana Lucía es la que más presencia tiene en los medios de comunicación. Educada en una de las mejores escuelas de cocina del mundo, Le Cordon Bleu, dirige desde 2020 Delirium, conocido como el catering de la jet.
“He tenido la oportunidad de cocinar para tres ramas de la familia Borbón en celebraciones navideñas o cumpleaños y también para la Orden de San Huberto”, contaba en 2023 a Vanity Fair. Esta misteriosa organización internacional de cazadores, protegida por el rey emérito, Juan Carlos I, hunde sus raíces en la Austria Imperial del siglo XVII. “Tuve el honor de preparar las comidas para los caballeros que vienen de todo el mundo a este evento”, contaba Ana Ruiz a esa publicación.
Los Ruiz Lafita son una familia muy bien conectada. El patriarca fue hace años consejero de Ibersuizas, clásico del capital riesgo ya extinto que en su día pilotó el multimilllonario Juan Abelló. La matriarca, Charo para los amigos, es nieta del militar franquista Eduardo González-Gallarza, ministro del Aire con el dictador Francisco Franco (1945-1957) cuya boda fue portada del Hola en 1956.
Rosario Lafita también es hija del fallecido arquitecto y ganadero de reses bravas Felipe Lafita, diseñador de la sede de la Banca March en Palma, fundador del INTA (el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial), expresidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia (1994-1998) o creador de la ganadería cacereña El Torreón, que acabó vendiendo al torero colombiano César Rincón. Charo Lafita está en el puesto 57 de mujeres más ricas del país, según Forbes.