CCOO y UGT llaman a los 2.000 trabajadores del sector a parar de forma indefinida ante lo que denuncian como una propuesta salarial "bochornosa" de las patronales para el convenio colectivo
Claves del pacto estatal de patronal y sindicatos: subida salarial, bajas laborales y jubilación parcial
“Bochornosa”, “provocadora” y “auténtica tomadura de pelo”. Así tildan los sindicatos CCOO y UGT la propuesta salarial presentada por las patronales de la industria azucarera y de las levaduras en la negociación del convenio colectivo sectorial, que implica incluso “bajadas de salarios en los próximos años”, afirma Marco Antonio Pérez, responsable del sector de CCOO.
Las centrales sindicales llaman así a parar de forma indefinida a los “2.000 trabajadores y trabajadoras” del sector, explica Pérez, en una movilización aún sin fecha concreta, pero que harán coincidir con la campaña de la remolacha. “Es una campaña fuerte, de unas ocho a diez semanas”, indica el sindicalista.
CCOO y UGT explican que el pasado 2 de octubre hubo reunión de negociación del convenio colectivo. “Ante la intransigencia de las patronales en las justas reivindicaciones de los trabajadores, y ante la última propuesta de las patronales que los sindicatos entienden como una auténtica falta de respeto y retroceso en los pasos dados, los sindicatos sectoriales de UGT y CCOO, junto con la comisión negociadora del convenio colectivo, han decidido por unanimidad proceder a la convocatoria de huelga”, apuntan en un comunicado.
Batalla por recuperación salarialLas principales reivindicaciones de los trabajadores del sector pasan por “recuperar una parte importante de la pérdida de poder adquisitivo del convenio anterior –en torno al 10%– y garantizar con una cláusula de garantía salarial que esa situación no se volverá a producir”, explican CCOO y UGT.
Ante la oposición de las patronales a incluir una cláusula de revisión salarial, pese a la recomendación en este sentido del gran pacto de salarios firmado en mayo del año pasado, los sindicatos organizaron movilizaciones en septiembre y celebraron concentraciones ante las plantas azucareras de ACOR y de AB Azucarera con un “rotundo éxito” de asistencia, destacan las centrales de trabajadores.
“Los sindicatos recibimos el día 15 de septiembre un correo electrónico de las patronales del sector donde nos manifestaban su disposición a reanudar las conversaciones para poder llegar a un buen acuerdo, y nos propusieron una nueva reunión a celebrar el día 2 de octubre”, por lo que desconvocaron el resto de protestas programadas como “prueba de buena voluntad”.
Sin embargo, CCOO y UGT denuncian que “las patronales han presentado a la comisión negociadora una propuesta bochornosa, provocadora y con peores condiciones que las habladas hasta la fecha. Una auténtica tomadura de pelo”.
Propuesta con “bajadas de salarios”Las organizaciones empresariales han presentado por primera vez una cláusula de revisión salarial, pero las centrales de trabajadores advierten de que “implica deflactar las tablas a 31 de diciembre de 2026”. “Es una cláusula abusiva y vergonzosa, implica incluso que sus salarios serían hasta más bajos de lo pactado una vez finalizado el convenio. Es una cuestión que no vamos a permitir”, critica Marco Antonio Pérez.
CCOO y UGT insisten en que es “inasumible e inaceptable un nuevo convenio colectivo sin cláusula de revisión salarial y sin una paga que compense las pérdidas de poder adquisitivo del convenio anterior, mientras las empresas continúan manteniendo sus cuentas de resultados con importantes beneficios”.
Por ello, han registrado la papeleta con convocatoria de huelga en el SIMA (órgano de mediación), que les convocará la próxima semana para intentar mediar en el conflicto. Si no hay avances, los trabajadores estarán llamados un paro indefinido.
“Desde UGT y CCOO entendemos que evitar la huelga indefinida en el sector de la industria azucarera y de las levaduras sólo depende de las patronales. Exigimos la misma responsabilidad que hemos demostrado los trabajadores ante situaciones complejas en las empresas. Es el momento de que las empresas distribuyan parte de sus resultados económicos con los trabajadores del sector”, zanjan los sindicatos.