Los expertos advierten de que el turismo y el gasto público han tocado techo como motores de la actividad y señalan que el consumo de las familias y la inversión de las empresas deben tomar el relevo
El Plan Fiscal del Gobierno se salta el límite al gasto más restrictivo de las directrices de la Comisión Europea
Las sorpresas positivas se han convertido en una constante de la economía española. Justo antes de que este martes el Fondo Monetario Internacional (FMI) actualice sus previsiones de crecimiento del PIB y a apenas unos días de que el INE publique el avance de la Contabilidad Nacional del tercer trimestre, dos de los principales centros de análisis privados, BBVA Research y
Los previsiones vuelven a acelerar y a dejar cortas las cifras del último cuadro macroeconómico del Gobierno, que apunta a un crecimiento del 2,7% este año. Hace algunas semanas, la OCDE ya situó su estimación en el 2,8%. Décima arriba o décima abajo (para nada insignificantes, porque se traducen en algo más de 1.000 millones reales), la primera conclusión es que España continuará liderando a los principales socios de la eurozona, incluso pese al impacto que tienen la debilidad de Italia, de Francia y, sobre todo, de Alemania, cuya industria está en recesión y su economía en conjunto estacanda.
Las proyecciones de 2025 y 2026 permiten extraer la segunda conclusión importante sobre el momento de nuestro país. Los expertos advierten de que el turismo y el gasto público han tocado techo como motores de la actividad y señalan que el consumo de las familias y la inversión de las empresas deben tomar el relevo definitivamente. Funcas prevé un crecimiento del PIB en 2025 del 2,1%. BBVA Research del 2,4%. En este caso, el segundo coincide con el Gobierno, el primero se queda por debajo. En 2026, la estimación de avance del Ejecutivo se queda en el 2,2%. En resumen, se asume una desaceleración.
Tomando como referencia los datos de Funcas, los últimos publicados, el nivel de PIB de España superará al final de 2024 en 6,7 puntos porcentuales el nivel previo a la pandemia, el del cierre de 2019, y en 2025 en 8,9 enteros. Mientras, el nivel de PIB del conjunto de la eurozona lo hará en 4,2 y 5,7 puntos, respectivamente. Los titulares y acusaciones políticas sobre que nuestro país iba a la cola de la recuperación han envejecido muy mal. Un relato catastrofista que solo pudo prosperar por el error del INE en el cálculo de la Contabilidad Nacional (según se explica en esta información), y que tras tres correcciones históricas todavía no ha subsanado por completo.
En este escenario, la reactivación de las reglas fiscales de la Unión Europea (UE) son un primer freno a la actividad económica de nuestro país. El Gobierno ya ha enviado su Plan Fiscal y Estructural para los próximos siete años a la Comisión Europea, en el que promete una disciplina que conlleva limitar el aumento anual del “gasto primario neto” al 3% de media entre 2025 y 2031. Obviando la complejidad técnica y la falta de detales del cálculo de esta nueva ratio que se vigilará desde Bruselas, lo que significa es que el “consumo público” dejará de ser un impulsor decisivo del crecimiento del PIB, como sí lo ha sido desde 2020 hasta este año.
“Se prevé una moderación del consumo público, ya que la normativa fiscal europea, unida a la vigilancia de los mercados, limita el margen de maniobra presupuestario”, resume Funcas, cuyas previsiones fueron presentadas este lunes por su director de coyuntura económica, Raymond Torres.
En el caso del turismo, el límite no viene impuesto, sino que se trata de un 'techo', que si no se ha alcanzado ya, está muy cerca, lo que ha quedado reflejado en su impacto en las grandes capitales y en los principales destinos, tanto por su presión al precio de la vivienda como por el deterioro general de las condiciones de vida en esos lugares.
“La reconversión de plazas hoteleras hacia segmentos de mayor calidad, la progresiva desestacionalización del turismo y la diversificación de los países de origen de los visitantes”, que enumeran desde BBVA Research, han ayudado a alargar el 'boom' del turismo en España.
Pero la gran sorpresa positiva en clave de futuro de nuestro sector exterior son las exportaciones de otro tipo de servicios (de consultoría, relacionados con la tecnología, la comunicación...).
·El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, lo destacó en la entrevista que concedió a elDiario.es a finales de septiembre: “Los servicios no turísticos, que son servicios a empresas de mayor valor añadido, ahora mismo aportan más en términos de exportaciones que el propio turismo”.
España ha seguido la tendencia imperante en el resto de nuestro socios, con una transformación de la estructura sectorial y del mercado laboral, que se puede observar, por ejemplo, en el aumento del empleo en servicios “intensivos en conocimiento”, según la definición de Eurostat, respecto al empleo total en los servicios. Al cierre de 2023, este tipo de puestos de trabajos roza ya la mitad, según recoge BBVA Research.
El impulso del mercado laboral, protagonizado principalmente por trabajadores extranjeros, y la menor precariedad que han favorecido la reforma laboral y el incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) son el principal apoyo para que el consumo de los hogares se mantenga como pieza fundamental en el avance del PIB de España. Las bajadas de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) ayudan al incremento de la capacidad de compra de los hogares, junto a la moderación de la inflación.
Estos dos factores que 'suman' chocan con el difícil acceso a la vivienda en las capitales y en los principales destinos turísticos por la escalada de los precios y, por otro lado, con una acumulación de ahorro fuera de lo normal, como se observa en el siguiente gráfico. Una tasa de ahorro de los hogares por encima de la media de los últimos años que se concentra entre los más ricos y que está directamente relacionada con el mercado de la vivienda, aunque también con otras circunstancias que los expertos no llegan a explicar, pero que son una amenaza para el consumo.
“Los niveles de ahorro actuales solo se han observado en contextos de elevada incertidumbre. Es la primera vez que se aprecian estos niveles en un entorno de creación constante de empleo. Si bien la reducción de los tipos de interés permitirá un mayor crecimiento del consumo, existe evidencia de que los beneficios de la recuperación están concentrándose en colectivos con una menor propensión marginal a consumir. Además, el incremento del empleo se encuentra desproporcionadamente concentrado en los inmigrantes”, explica el equipo de expertos de BBVA Research.
“Del lado positivo, la tasa de ahorro de los hogares podría descender más de lo previsto, generando un importante impulso del consumo de las familias. Además, cabe resaltar que tanto los hogares como las empresas han mejorado su situación financiera en términos agregados”, opinan en Funcas.
La moderación de la inflación (sobre todo de los costes energéticos) y los bajos salarios de los trabajadores en nuestro país refuerzan “la competitividad” internacional de las empresas de nuestro país, que también agradecen la relajación de las condiciones de financiación. Sin embargo, pese al crecimiento de los beneficios de las compañías —sobre todo de las más grandes y de las que han aprovechado la crisis de inflación para elevar sus ganancias— y de los miles de millones europeos en subvenciones y en financiación 'barata' desplegados por el Plan de Recuperación, la inversión de las empresas no termina de despegar.
“La acumulación de capital fijo sigue mostrando niveles por debajo de lo observado antes de la pandemia, sobre todo en componentes que deberían haberse beneficiado de los fondos ligados al Plan de Recuperación. Las empresas tampoco parecen querer expandir su capacidad productiva, ni los recursos están incentivando la llegada de empresas o sectores que requieran la construcción de nuevos centros de trabajo. Todo ello en un entorno donde la licitación de obra pública se desacelera y podría estar adelantando un menor impulso de estos fondos al crecimiento”, lamentan desde BBVA Research.
“La inversión repuntará levemente a medida que se acerca el plazo de ejecución de los fondos Next Generation y que la reducción de los tipos de interés incentiva el recurso al crédito”, opinan, por su parte, desde Funcas.
“El principal riesgo para el cumplimiento de nuestras previsiones sigue procediendo del ámbito geopolítico, sobre todo en el caso de un empeoramiento de la crisis en Oriente Medio. Otro riesgo procede de la situación de algunos de los principales socios comunitarios, con una economía alemana que podría tardar en repuntar más de lo anticipado, y unos mercados financieros atentos a la situación fiscal en Francia. A este respecto, la persistencia de un déficit público elevado plantea un riesgo para la sostenibilidad fiscal y el margen de maniobra de la política económica española ante posibles perturbaciones”, concluyen desde el último centro de análisis.