El granito desprende polvo de sílice, un material cancerígeno que provoca silicosis, pero aun así hay obras en las que no se garantiza la protección de los obreros, como ha constatado elDiario.es
Una ‘epidemia’ de silicosis azota España con 500 casos al año
Una nube blanca y un fuerte sonido de corte inundan una calle de Madrid. Cuando se disuelve la polvareda, emerge con claridad la figura del obrero, con la herramienta en mano para cortar un bloque de granito y sin ningún tipo de protección para la maniobra.
“A pesar de lo que dicen los empresarios, vemos incumplimientos muy generalizados de la ley de prevención de riesgos laborales”, sostiene Mariano Sanz, secretario confederal de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental de CCOO.
“Lamentablemente, es normal”, coincide Pilar Ituero, responsable Salud Laboral FICA UGT. Sobre todo, en empresas pequeñas, sin representación de los trabajadores, y en obras de la construcción en las que la gran empresa externaliza trabajos en una contrata “y esa a su vez en otra subcontrata y en otra subcontrata”. “Al final, esto nos lleva a personas trabajadoras con falta de medidas de prevención y de formación” en ellas, lamenta Ituero.
El corte de granito sin protecciones detectado por elDiario.es se repitió en la misma obra pública de la capital en varias ocasiones, al menos entre el 21 de octubre y el 4 de noviembre, como pudo comprobar este medio en tres días diferentes, en puntos distintos y que afectaba a varios trabajadores.
Se trata de la remodelación del Paseo de Usera hacia el Madrid Río, encargada por el Ayuntamiento de Madrid, que licitó y adjudicó por un valor de algo más de dos millones de euros, con financiación de los Fondos Europeos de Recuperación y Resiliencia.
La empresa adjudicataria se trata del Grupo Ortiz, una gran constructora con 32,5 millones de euros en beneficios en 2023, casi el doble que un año antes (13,7 millones de euros). Sin embargo, al pie de obra, hay personal de muchas subcontratas distintas, como advierten los sindicatos que es habitual en el sector.
Un riesgo más que conocido: cáncer y silicosis“El polvo de sílice es un riesgo laboral más que comprobado”, explica Mariano Sanz, ya que está reconocido como agente cancerígeno y también como responsable de provocar silicosis. Ambas patologías están al alza, cada vez con más trabajadores enfermos, en lugar de reducirse las patologías, como debería ocurrir y sucede en muchas otras enfermedades profesionales. “La prevención está claro que está fallando”, subrayan en los sindicatos.
Hay especial alerta en el caso de la silicosis, más fácil de detectar y reconocer como enfermedad profesional. En el año 2000, se registraron 15 casos y este año “nos vamos a ir muy por encima de los 500 casos”, alertan en CCOO. Hasta octubre, se registran 436 enfermedades profesionales comunicadas por exposición al polvo de sílice y 15 cánceres por este motivo. Se trata de la segunda causa de cáncer profesional, por detrás del amianto (47), y en este caso sí que enfrenta un gran problema de infradeclaración, indican los sindicatos.
Debido a este peligro constatado, el polvo de sílice lleva aparejado una serie de medidas preventivas para proteger a los trabajadores, que deben adaptarse a cada caso. En esta situación detectada por elDiario.es, de corte de granito al aire libre, en CCOO explican que al no existir una instalación de extracción localizada, se debería cortar en húmedo, en un banco que lanza un chorro de agua en el punto de corte para reducir la emisión de polvo. Además, con protección respiratoria contra la aspiración del polvo de sílice, así como ocular, para evitar que entren partículas o esquirlas, y protección auditiva.
En el Consistorio que dirige José Luis Martínez -Almeida responden que, “como en cualquier otra obra, el Ayuntamiento nombra a un coordinador de seguridad y salud”. En el caso concreto de estas obras, “dicho coordinador ha exigido la adopción de medidas de protección para el corte de piezas de granito o materiales prefabricados”, indican estas fuentes.
Según el Ayuntamiento, en respuesta a su petición, el contratista colocó al comenzar los trabajos una mesa de corte con agua fuera de la obra para realizar la mayor parte de los cortes necesarios. “En la obra solo se realizan pequeños cortes con motivo de ajustes puntuales de colocación de alguna pieza”, indican.
El Ayuntamiento responsabiliza a los trabajadoresEsos cortes “puntuales” a pie de obra, como el detectado por elDiario.es, exigen en cualquier caso unos equipos de protección individual (EPI) para los trabajadores, que los obreros no llevaban en las observaciones realizadas por este medio. “Los operarios cuentan con los equipos de protección necesarios proporcionados por la empresa adjudicataria, por lo que si un operario puntualmente no se pone el equipo de protección, es bajo su responsabilidad”, responden en el Ayuntamiento de Madrid.
En las escenas visualizadas por este medio, había algún trabajador que se cubría la boca y la nariz con medidas caseras, como un pañuelo de tela y con una mascarilla quirúrgica, como las utilizadas durante la pandemia de COVID. Según fuentes consultadas a pie de obra, sobre el terreno hay trabajadores de muchas subcontratas distintas y estas fuentes apuntaban que no facilitaban los EPI al personal.
La empresa principal, el Grupo Ortiz, responde por su parte que la obra “dispone de un Plan de Seguridad y Salud”, que contempla ese corte en húmedo para la mayoría del corte de material pétreo. Para los riesgos de los cortes puntuales en la vía pública, en Ortiz explican que los EPI “están identificados” y “los trabajadores del contratista que los realiza informado de los mismos”. La multinacional indica que estos equipos de protección “han de ser provistos por la subcontrata correspondiente”.
Aunque el Ayuntamiento y el Grupo Ortiz aseguraron que las medidas preventivas se cumplían, añadieron que actuarían “en caso de incumplimiento”. Tras la consulta de elDiario.es al Consistorio y la empresa principal, realizada el pasado 4 de noviembre, los trabajadores están realizando los cortes con unas gafas y mascarillas protectoras, según ha podido comprobar este medio.
Ir a una prevención integrada y efectivaLos sindicatos mayoritarios advierten de que “el empresario es el responsable” de garantizar la seguridad de la plantilla. Incluso, si se asumiera que algún trabajador no se pusiera los equipos de prevención disponibles, por falta de conocimiento o por dejación, la misión de la empresa es “garantizar la seguridad” de sus trabajos, indican en CCOO y UGT.
Los representantes de los trabajadores señalan, no obstante, que los incumplimientos que detectan en su mayoría responden a una prevención externalizada, que no se asume como una prioridad y se pretende cumplir más para salvar el expediente o una multa de la Inspección que para ejecutarla realmente. “Y la Inspección de Trabajo no da abasto, así que todo ello es el caldo de cultivo para los datos de siniestralidad que tenemos”, denuncia Pilar Ituero.
Por su parte, en la patronal de la construcción CNC aseguran que las compañías y el sector hacen “todo lo posible para que las empresas tengan toda la información y formación” en materia preventiva y aseguran que “la seguridad es una prioridad”. Recuerdan que la patronal participa junto a los sindicatos en la Fundación Laboral de la Construcción, que financian las empresas con una cotización adicional.
Además, destacan proyectos como “el programa de visitas a obras”, con “14.000 visitas este año”, en el que las delegaciones de la fundación se presentan en obras de pequeñas empresas –conscientes de que son las que presentan más deficiencias– para ver “posibles incidencias” y “asesorar in situ” a las compañías sobre las mejoras a aplicar.