El ministro chileno de Hacienda, Felipe Larraín, rebajó este miércoles la previsión de crecimiento de la economía para 2019 a un rango de entre 2,4 % y 2,9 %, desde el 3,2 % que pronosticó en julio pasado.
"La demanda interna será el principal motor del crecimiento en un contexto donde los riesgos para la economía mundial han aumentado", dijo Larraín en la presentación del Estado de la Hacienda Pública (EHP) ante la Comisión Mixta de Presupuestos del Congreso.
"Si bien las proyecciones de crecimiento para este año se han corregido a la baja, las perspectivas de diversos agentes muestran un segundo semestre más dinámico con una mayor expansión en 2020", apuntó.
El escenario base de crecimiento considerado en las proyecciones fiscales de este año y en el Presupuesto del 2020 plantea que la situación será mejor el año que viene y el producto interno bruto (PIB) crecerá entre un 3 y 3,5 %.
Las nuevas previsiones del Gobierno para este año y el 2020 se aproximan a los cálculos que presentó el Banco Central chileno el Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre, en el que indicó que el PIB crecerá entre un 2,25 y un 2,75 % en 2019 y entre un 2,75 % y un 3,75 % el próximo año.
El jefe de las finanzas chilenas explicó que las expectativas del aumento de la demanda interna se respaldan en el incremento de la inversión que se materializará entre 2019 y 2022, que se duplicó en el último año y alcanzó los 20.691 millones de dólares, con especial énfasis en los sectores inmobiliario, forestal y energético.
Larraín hizo un análisis de la situación económica mundial y alertó de las consecuencias globales que está provocando la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
"Este conflicto, que aún se encuentra en pleno desarrollo, se ha caracterizado por sucesivas medidas proteccionistas, que han puesto un freno al comercio mundial y han impactado negativamente las proyecciones de crecimiento global", señaló.