El máximo ejecutivo de Boeing, Dennis Muilenburg, aseguró este miércoles que la empresa está trabajando con los reguladores en los "pasos finales" para permitir que los 737 MAX vuelvan a volar tras el veto decretado hace más de seis meses en respuesta a los siniestros en Indonesia y Etiopía.
"Estamos haciendo progresos diarios constantes en estos pasos finales de certificación", aseguró Muilenburg en un discurso en el Club Económico de Nueva York.
Boeing espera que el polémico modelo pueda volver a operar durante el cuarto trimestre de este año, una vez que los reguladores hayan dado el visto bueno a las actualizaciones de software y a los nuevos programas de entrenamiento para los pilotos que ha desarrollado.
Este miércoles, Muilenburg aseguró que la compañía está colaborando muy estrechamente con las autoridades estadounidenses y de muchos otros países para responder a todos sus requerimientos y subrayó que los ensayos llevados a cabo han sido positivos.
Según explicó, los pilotos de prueba de Boeing han completado ya más de 700 vuelos con 737 MAX con software actualizado y él mismo ha participado en dos de ellos.
"Estamos dando pasos para asegurar que accidentes como estos no volverán a ocurrir", señaló el directivo, que reconoció que los siniestros han llevado a la empresa a reconsiderar toda su estrategia de seguridad.
Entre otras medidas, Muilenburg explicó que se ha creado un sistema anónimo para animar a empleados de la empresa a informar sobre posibles problemas que detecten.
Según varias informaciones de prensa, trabajadores de Boeing advirtieron a sus superiores de ciertos peligros en el 737 MAX que no fueron tenidos en cuenta.
Este miércoles, el diario The New York Times informó de que un ingeniero de la empresa presentó este año una queja asegurando que durante el desarrollo de ese modelo la compañía rechazó para minimizar costes un sistema de seguridad que podría haber reducido los riesgos que llevaron a las tragedias de Indonesia y Etiopía.
Pese a los problemas que atraviese su empresa, el máximo responsable de Boeing destacó en su presentación el gran futuro que tiene por delante la compañía y todo el sector aeronáutico, especialmente dada la creciente demanda a nivel global.
Según Muilenburg, las proyecciones de Boeing dicen que la flota mundial de aviones doblará su tamaño en los próximos veinte años, con un gran incremento del negocio fuera de Estados Unidos y Europa, los dos grandes núcleos tradicionales.
En ese sentido, recordó que menos del 20 por ciento de la población mundial ha tomado un vuelo a lo largo de su vida, lo que presenta un enorme potencial de crecimiento, sobre todo por el incremento de la clase media en mercados emergentes.