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La inflación de los alimentos se modera al 3,6% en 2024, ocho puntos menos que en 2023

La inflación de los alimentos se modera al 3,6% en 2024, ocho puntos menos que en 2023

El INE confirma que el IPC general cerró el año en el 2,8% de media, frente al 3,6% de 2023, ocho décimas menos

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Comprar en los supermercados y en las tiendas es asfixiante para muchas familias, sobre todo para las más vulnerables. El INE ha confirmado este miércoles que la inflación de los alimentos se moderó al 3,6% de media en 2024.

Es decir, los precios de “los alimentos y las bebidas no alcohólicas” se elevaron un 3,6%, pero lo hicieron ocho puntos menos que en 2023, cuando su inflación promedio fue del 11,7%, siempre según el IPC (Índice de Precios de Consumo) de Estadística.

En el cálculo interanual, comparando el último mes respecto al mismo mes del año anterior, la inflación de los alimentos se ha ido conteniendo y cierra el año en el 1,8%. Es decir, llenar el carrito de la compara fue un 1,8% más caro en diciembre de 2024 que en diciembre de 2023.

“Hay que destacar que la inflación de los alimentos se ha desacelerado de forma notable en 2024, cerrando 5,5 puntos por debajo de la registrada en diciembre de 2023”, destaca, de hecho, el Ministerio de Economía en su valoración oficial de los datos publicados por el INE (Instituto Nacional de Estadística).

“En esta moderación es especialmente relevante la bajada del precio del aceite de oliva, que se redujo un 12,3%” en diciembre de 2024, respecto al mismo mes de 2023. Es el segundo mes consecutivo en el que se abarata el 'oro' líquido, en este cálculo interanual

El aceite de oliva es uno de los productos que más se han disparado en esta crisis de precios. La inflación acumulada es del 132% desde 2020. O lo que es lo mismo, su precio se ha multiplicado por 2,3 veces en este periodo. La buena noticia es que, desde abril de 2024, se ha abaratado cerca de un 20%.

La subida acumulada de todos “los alimentos y bebidas no alcohólicas” desde finales de 2020 es del 32,6%, como se puede ver en el primer gráfico de esta información.

La inflación de los alimentos ha sido el segundo gran golpe a las familias más vulnerables, en 2023 y 2024, después de la escalada de los precios de la energía, en 2021 y en 2022. Las subidas de los carburantes, la electricidad y el gas y en los alimentos hacen estragos en las familias que tienen menos ingresos, puesto que son estas las que gastan una mayor proporción de sus ingresos totales tanto en las facturas de la luz o de la calefacción como en el supermercado.

En el gráfico del BCE, se observa la gran desigualdad entre los más ricos y los más pobres. Para los primeros, el gasto discrecional, en ocio, decoración, lujos o servicios extraordinarios, supone casi tanto respecto al consumo total como el resto de partidas. Este tipo de gasto se puede reducir, o incluso eliminar por completo sin dañar las condiciones de vida. No ocurre lo mismo con las necesidades básicas. Si se pone menos la calefacción se pasa frío. Si se compran alimentos de menor calidad, o si se renuncia a la variedad, se pone en riesgo la salud. Y en el último extremo, la amenaza es pasar hambre.

Las medidas del Gobierno para aliviar el daño del encaremiento de los alimentos han sido principalmente las rebajas del IVA de los productos básicos. Unas reducciones que terminaron al final de 2024. En 2025, han vuelto los tipos impositivos previos a la crisis de inflación.

Moderación general de las subidas de precios

Si se observa la inflación general, también se detecta cierto alivio para el bolsillo de las familias. El IPC medio en 2024 fue del 2,8%, frente al 3,6% promedio del año 2023, ocho décimas menos.

“Esta reducción pone de manifiesto la eficacia de las medidas de política económica puestas en marcha, que están permitiendo compatibilizar el mayor crecimiento entre las principales economías de la zona euro y una reducción continuada de la inflación”, defienden desde Economía.

En el cálculo interanual, la inflación general se quedó en el 2,8% en diciembre, según se puede observar en el segundo gráfico. Mientras, la inflación subyacente, que excluye de la medición a los alimentos y la energía por ser los precios más volátiles, se fue en diciembre al 2,6%.

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