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La UE se queja ante la Organización Mundial del Comercio por el abuso de China con las patentes tecnológicas

La UE se queja ante la Organización Mundial del Comercio por el abuso de China con las patentes tecnológicas

La Comisión Europea considera que Pekín permite un acceso más barato a las tecnologías europeas de forma desleal. El movimiento de Bruselas es el primer paso para un nuevo litigio comercial

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Primero fueron los aranceles al coche eléctrico y la marginación de los productos sanitarios, y ahora las altas tecnologías, como el 5G. La Comisión Europea ha elevado una queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra China por el abuso de las patentes europeas, particularmente en el sector de las telecomunicaciones.

Bruselas y Pekín llevan tiempo discutiendo las brechas de la propiedad intelectual en el gigante asiático, que supone un abuso para las empresas del viejo continente, pero no han llegado a un punto de entendimiento. El movimiento del gobierno comunitario supone el primer paso para un nuevo litigio comercial.

El conflicto parte de la autorización que Pekín ha hecho a los tribunales de ese país para que fijen tasas de derechos de autor vinculantes a nivel mundial para las patentes de tecnologías europeas, pero sin el consentimiento de los titulares de dichas patentes. Para Bruselas, China “presiona a las empresas innovadoras europeas de alta tecnología para que reduzcan sus tasas a nivel mundial, dando así a los fabricantes chinos un acceso más barato a esas tecnologías europeas de manera injusta”. Eso es, a juicio de las autoridades europeas, un abuso para los innovadores europeos. Lo que explica la Comisión Europeo es que supone una “desventaja” para las compañías de altas tecnologías porque no pueden ejercer sus derechos de autor.

También considera que incumple el acuerdo sobre Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio de la OMC al “interferir indebidamente en la competencia de los tribunales de la UE en cuestiones de patentes europeas”.

Ante esa situación y la incapacidad de haber solventado el conflicto entre las dos partes, la Comisión Europea lo eleva a la OMC para que soluciones “las diferencias” y “con el fin de garantizar que sus industrias de alta tecnología -en particular en el sector de las telecomunicaciones- puedan ejercer efectivamente sus derechos de patente y proteger sus inversiones en innovación”, según recoge el gobierno comunitario en un comunicado. Ahora se abrirá un periodo de 60 días para intentar consensuar una solución y, de no ser posible, se pasará a la siguiente fase, que consiste en la creación de un grupo especial que se pronuncie sobre el asunto.

No es el único conflicto de la guerra comercial que llega a la OMC. Recientemente, Bruselas denunció ante la organización los aranceles que China impuso a productos alcohólicos como el brandy en respuesta a los que la UE puso a los vehículos eléctricos fabricados en ese país, que otorga subsidios a las empresas, que sobreproducen, y están inundando el mercado europeo a precios más bajos.

En 2022, Bruselas escaló el conflicto a la organización para dos de sus disputas comerciales abiertas con China: las restricciones comerciales que Pekín aplicó contra las exportaciones lituanas por su relación con Taiwán y que aún sigue su curso; y las restricciones que ejerce China el acceso de los titulares europeos de patentes de alta tecnología a los tribunales de la UE para proteger y hacer valer sus derechos de manera efectiva.