El turismo en España está disparado pero en una tasas de crecimiento que no son fáciles de mantener. Así lo ve el presidente y consejero delegado de una de las mayores hoteleras españolas, Meliá.

“El turismo está en una fase de normalización del crecimiento, después de los años 'horribilis' de la pandemia”, ha indicado Gabriel Escarrer en Fitur. “España ha sido uno de los países que ha logrado viento de cola”, con un crecimiento del 10% en visitantes extranjeros durante 2024, hasta alcanzar los 94 millones de turistas foráneos. Un despegue que “no sé si es sostenible a largo plazo”, ha reconocido durante la feria turística. 

A pesar de que no sea fácil de mantener, la empresa hotelera celebra los datos, porque ese 10% más de turistas, ha conllevado un 16% más de gasto. En concreto, según los datos que publicó hace unos días el Ministerio de Industria y Turismo, dejó ingresos por valor de 126.000 millones de euros. Además, Escarrer ha destacado que el avance del último año ha supuesto para la economía 72.000 nuevos empleos, un 26% de crecimiento del PIB y ya representa el 13,8% del conjunto del PIB español. 

“Soy extremadamente beligerante, no creo que los 94 millones de turistas sea una buena noticia, hay que poner límites, se están tomando ciertas medidas para contener el alquiler vacacional, pero no son suficientes”, ha remarcado. “Y me preocupa ver que hay comunidades autónomas que están poniendo freno a la promoción. Hay que hacer promoción en los mercados que nos interesan y en las épocas del año que nos interesan”.

“Tenemos que buscar clientes culturales, de congresos, gastronómicos, que son los que dejan dinero. Creo que no es sostenible seguir aspirando a crecimientos tan importantes. Estoy en contra de la meta de los 100 millones de turistas”, ha apuntado. Una meta que se puede conseguir este año.

Respecto a las medidas para frenar las viviendas turísticas, Escarrer cree que “lo que mejor funciona es Hacienda”. “Los pisos turísticos tienen que considerarse actividad económica, tienen que tributar. Estamos estupefactos con que se sigan comercializando alquileres turísticos que no tienen licencia, como en Madrid, donde Airbnb comercializa un 90% de pisos sin licencia. No me imagino una cadena hotelera comercializando hoteles que no tuvieran sus permisos en regla. Hay que frenar el desmadre”, ha resumido.

Respecto a las previsiones para este año, el directivo de Meliá considera que “2025 va a ser un año de normalización”, porque los ingresos por habitación van a crecer por debajo del 10%.

“Llevamos tres años con un crecimiento de doble dígito”, es decir, por encima de ese 10%. “Somos bastante optimistas y no vislumbramos ningún síntoma de ralentización de la demanda”, en parte gracias a los turistas asiáticos, que han sido los últimos en recuperarse tras la pandemia. “No hay ningún indicio que nos diga que 2025 vaya a ser peor que 2024, no hay ningún síntoma de ralentización, pero vamos a entrar en un modelo más sostenible, no creo en crecimientos por encima del doble dígito”, ha recalcado. “Hay que olvidarse de eso”. 

En cuanto a las consecuencias del cambio climático para la industria hotelera, ha asumido que “nadie sabe el efecto” que tendrá, “pero todas las reformas que estamos llevamos a cabo siguen los más estrictos controles y adaptándonos a las más estrictas reglas, por ejemplo, en Estados Unidos”, de cara a los “huracanes de categoría cinco”, ha justificado, con alturas de hoteles “por encima de los tres metros por encima del nivel del mar”.