Ya ocupa tanto como la capital y solo con las plantas autorizadas por el Ejecutivo central hasta 2024, alcanzaría el 0,26% del territorio español; en la Comunidad de Madrid el porcentaje se dispararía al 1,1%
Las renovables ya superan a la generación nuclear y fósil en más del 75% de los días
Un geógrafo de 27 años, Ibai de Juan Ayuso, calcula que las plantas fotovoltaicas ocupan por ahora el 0,12% de la superficie de España, pero advierte de que solo con las ya autorizadas hasta el año pasado por el Gobierno central ese porcentaje se va a duplicar con creces.
Las estimaciones de este geógrafo y ambientólogo por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y máster en Planeamiento y Estudios Urbanos por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), están incluidas en los resultados de su tesis doctoral. Se publicarán próximamente en las Actas del Congreso de Geografía Económica de la Asociación Geográfica Española, celebrado el pasado noviembre.
Doctorando en Geografía Humana y Energías Renovables por la UAM, De Juan calcula que en 2024 la superficie ocupada por plantas fotovoltaicas inscritas en el Registro administrativo de instalaciones de producción de energía eléctrica (conocido como Raipre) del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ascendía a 60.577,6 hectáreas, el citado 0,12% del territorio nacional.
Esta cifra es equivalente al tamaño del término municipal de la ciudad de Madrid, que tiene 60.600 hectáreas. La estimación no tiene en cuenta la energía termosolar ni las plantas fotovoltaicas de autoconsumo.
Ese porcentaje del 0,12% varía mucho por comunidades autónomas y por provincias. Es especialmente elevado en la Región de Murcia (0,35%) y en Extremadura (0,33%). En otras regiones como Asturias, Cantabria y Galicia (que es una potencia en eólica) es testimonial.
Los datos corresponden a 2024, cuando había inscritos en el Raipre 26.190 megavatios (MW) fotovoltaicos. El año previo, España instaló en un solo ejercicio un récord de 5.594 MW fotovoltaicos y alcanzó más de 25 gigavatios (GW) de esta tecnología en servicio, según REE. Ahora hay ya cerca de 32 GW en marcha.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) prevé que para 2030 España cuente con 57 GW de fotovoltaica de suelo. Esta tecnología va a ser clave para alcanzar el objetivo de que el 81% de la electricidad sea renovable ese año, frente al 56% de 2024, que fue un nuevo año de récords para las tecnologías limpias.
La estimación que maneja la patronal UNEF es que cada GW fotovoltaico instalado supone unas dos hectáreas de terreno. Así que esos 57 GW equivaldrían a 114.000 hectáreas: el 0,22% de la superficie de España.
Desde UNEF subrayan que en la información de las declaraciones de impacto ambiental (DIA) que se publican en el Boletín Oficial del Estado (BOE) se computa “la parcela entera, pero las instalaciones fotovoltaicas no ocupan el 100% de las parcelas. De hecho, por eso hay espacio para hacer hibridaciones con almacenamiento”.
De Juan, navarro de nacimiento afincado en Madrid hace años, ha estimado la ocupación del suelo de las plantas con DIA favorable del Ministerio para la Transición Ecológica a 2024: son 41.155,38 MW adicionales que, de instalarse en su totalidad, superarían holgadamente el objetivo del PNIEC, de forma que la fotovoltaica sumaría más de 67 GW, esto es, 10 GW más de lo que prevé el plan energético del Gobierno para 2030, que el sector ve muy difícil que se cumpla.
La conclusión de este joven geógrafo es que, de ponerse todas en marcha, con esas plantas la ocupación del suelo se duplicaría, hasta el entorno del 0,25%-0,26% del territorio español: unas 132.300 hectáreas, que es casi tanto como el tamaño de las ciudades de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Málaga.
¿Mucho o poco? De Juan cree que los datos son “alarmantes; sí que me parece una ocupación potente. Lo que pasa es que no sabemos exactamente qué se está comiendo. Yo lo analizo desde el punto de vista más neutral y esto es lo que arrojan los datos”, apunta.
Hay que tener en cuenta que este porcentaje solo incluye las plantas cuya DIA se ha publicado en el BOE. Quedan fuera las que autorizan las comunidades autónomas, que son las que tienen hasta 50 MW, aunque muchos proyectos se trocean para sortear la vigilancia de la Administración central.
A tenor de las estimaciones de De Juan, el cambio va a ser especialmente relevante en la Comunidad de Madrid, que hasta ahora se ha caracterizado por ser un sumidero de energía (apenas la produce). Esta región va a dar un salto espectacular, al pasar de apenas 198 hectáreas ocupadas por la fotovoltaica a cerca de 8.500.
Con ello, según los cálculos de este experto, Madrid va a tener ocupado por la fotovoltaica el 1,1% de su territorio, frente al 0,02% actual: “Tiene un anillo fotovoltaico brutal que aún no se ha ejecutado, pero que tiene ya declaración favorable y va desde Guadalajara hasta Toledo pasando por la comarca de Las Vegas”, señala.
A continuación figurarían las provincias de Toledo (0,98%), Valladolid (0,87%), la Región de Murcia (0,63%), Alacant (0,59%), Guadalajara (0,55%) y Sevilla (0,53%), siempre teniendo en cuenta los parques autorizados por el Gobierno central.
Densidad de potenciaPara llevar a cabo sus cálculos, De Juan se ha basado en el concepto de “densidad de potencia”, los MW instalados por cada hectárea de terreno, desarrollado por el checo-canadiense Vaclav Smil en 2015.
La novedad de su investigación es que el suyo es un cálculo vivo. “Siempre se aplica un valor de densidad de potencia único para todas las instalaciones de cada tecnología, sin considerar las mejoras en eficiencia que permiten instalar más potencia en menos espacio”. Entre ellas, pasar de estructuras fijas a los conocidos como trackers o la mayor potencia y eficiencia de los paneles.
El experto se ha basado en trabajos precedentes y en la revisión de las DIA publicadas en las últimas décadas en el BOE para estimar esa densidad de potencia. Ha elaborado un coeficiente dinámico para todo el parque fotovoltaico de España, que va de 0,17 MW/Ha en 1998 hasta 0,53 MW/Ha en 2024. “De esta forma no ocupa lo mismo 1 MW instalado en 2004 que en 2024 debido a las mejoras que han surgido a lo largo de estos años”, explica.
En el caso de las plantas ya autorizadas, ha estimado que en 2026, como año orientativo en el que “idealmente” se ejecutarían los proyectos con DIA aprobada hasta 2024, la densidad de potencia promedio sería de 0,58 MW por hectárea.
El geógrafo recuerda que esta fuente ha crecido en varias etapas a lo largo de su historia a golpe de “burbuja” y que “compite con otros usos” del suelo, como el agrícola, en el que se calcula que se ubica el 80% de las plantas fotovoltaicas. El pasado verano, el Ministerio de Agricultura publicó un estudio en el que cifraba en el 0,2% de la superficie agraria útil la extensión de los parques fotovoltaicos en España.
En los últimos meses, al hilo de la preocupación por la proliferación de macroparques fotovoltaicos y la contestación social en algunas regiones, se ha hablado de “invasión” de esta fuente desde varios sectores. Entre ellos, la ultraderecha de Vox, cuyo diputado Ricardo Chamorro volvió a usar esa expresión en la última Comisión de Transición Ecológica del Congreso.
Para defender sus tesis pronucleares y negacionistas del cambio climático, Chamorro aseguró que la solar está “invadiendo suelos productivos” y que por su culpa se están “arrancando miles de olivos en Jaén”. En esta provincia, la ocupación del suelo actual de la fotovoltaica es de apenas el 0,04%, una de las más bajas de España, según las estimaciones de Ibai de Juan. Jaén no tenía nuevos parques autorizados por el Gobierno central en 2024.
El investigador se confiesa “sorprendido” al analizar la distribución de las instalaciones, que, dice, “no se ubican en áreas despobladas”, en un país que tiene un envidiable recurso solar y eólico y gran disponibilidad de terreno. “Lo que se ve con el tiempo es que al inicio eran muchas instalaciones de pequeña potencia en núcleos urbanos importantes: Madrid, Barcelona, Valencia, y las huertas solares de Navarra. Y las de mayor peso se colocan en las segundas coronas metropolitanas. Entiendo que para evitar pérdidas en transporte”.
En junio de 2021, con un PNIEC menos ambicioso que el actual sobre la mesa, Funcas publicó un estudio que calculaba que, para cumplir el objetivo de solar fotovoltaica que entonces se planteaba (39 GW), se necesitaría disponer del 0,15% de la superficie total de España. “Esto muestra que más que un problema a nivel de territorio español es de carácter total”, decía este análisis.
Y ponía el ejemplo de Murcia, donde con la potencia fotovoltaica y la prevista entonces, “se ocuparía un 4% de la superficie agraria útil. Ya hay más superficie ocupada por plantas fotovoltaicas que por invernaderos dedicados a la producción agrícola”, advertía. Desde entonces, Murcia ha instalado 433 MW más, hasta los 1,7 GW actuales.
Funcas advertía hace más de tres años de que “no hay zonificación socioeconómica en la tramitación de los proyectos”, ni limitación a la instalación en suelo agrario útil: “Los incentivos a utilizar superficie agraria para instalar renovables son elevados teniendo en cuenta que los ingresos suelen ser entre seis y diez veces superiores a la renta agraria”. Y “los procedimientos de impacto ambiental son muy poco participativos a nivel local”.