El economista y matemático de la Universidad Northwestern de Chicago, experto en los efectos de redes conectadas, dice que pese a que EEUU utilice su amenaza de aranceles sólo como moneda de cambio, la incertidumbre ya puede beneficiar a China y remodelar el comercio mundial
Trump suspende durante un mes la aplicación de los aranceles a México tras hablar con su presidenta
El economista y matemático Ben Golub es experto en los efectos en redes comerciales, financieras y sociales.
Desde 2021, es profesor en Departamento de Economía de la Universidad Northwestern de Chicago después de dar clase en Harvard y Stanford, donde ha recibido múltiples becas y premios. Golub, ucraniano-estadounidense criado en Kiev, recibió en 2020 el premio internacional Calvó-Armengol al mejor investigador en economía menor de 40 años.
Unas horas después del anuncio de la Administración Trump de su plan de imponer aranceles a Canadá, México y China, Golub compartió un gráfico que explica hasta qué punto la fabricación de un producto en Estados Unidos está conectada con el exterior: sus componentes cruzan varias veces la frontera, con la consiguiente perturbación de las cadenas de suministro si hay aranceles.
Él bromea con que cuando los teóricos de los efectos de redes están muy interesados en algo, no suele ser una buena señal por la magnitud e incertidumbre de lo que se viene.
Modern supply chains don't look like trade theory 101! They involve constant border crossings, each now hit by tariffs. Tariffs raise prices, but the more important thing they do is disrupt supply relationships. 1/[image or embed]
— Ben Golub (@bengolub.bsky.social) 2 de febrero de 2025, 12:56Hablamos por teléfono antes de que Estados Unidos anuncie que retrasará hasta dentro de un mes la entrada en vigor de los aranceles a México, pero en la entrevista con elDiario.es Golub insiste en que la incertidumbre es ya un factor con efectos para el comercio mundial.
Después, me manda un comentario sobre el anuncio de Trump de congelar la decisión sobre México, que le da “cierto optimismo” porque “respalda la idea de que los aranceles indiscriminados y muy altos son una moneda de cambio”. “El hecho de que los impactos den tanto miedo los hace una moneda de cambio eficaz. México es también el caso en el que hay un asunto que le importa mucho a Trump, la frontera, en el que puede haber una concesión inmediata”. Sin embargo, el economista insiste en que “los efectos en la incertidumbre empresarial y la capacidad de planear siguen siendo graves, así que veremos un freno a los negocios, aunque tal vez con el aspecto positivo de que tendrán más capacidad de resistencia”.
Esta es la conversación, editada por claridad y extensión.
Por su descripción de cómo funciona ahora el comercio, con cada producto cruzando varias veces la frontera, y la perturbación que pueden traer los obstáculos a las cadenas de suministro ¿se puede estar subestimando el efecto de los aranceles para Estados Unidos o incluso para otros países no afectados directamente por ellos?
Sí, hay mucha más incertidumbre que en situaciones arancelarias anteriores. En parte porque los aranceles han bajado mucho desde la última vez que fueron un gran tema político tanto en América del Norte como entre Estados Unidos y Europa. Existe un principio económico general de que, cuando los aranceles son bajos, los cambios pueden tener un impacto considerable en términos de reasignación de dinero en algunos sectores, pero que en realidad no cambian tanto las grandes cosas económicas. Pero estábamos en el marco de que cuando la estrategia política toca los aranceles, lo hace de una manera quirúrgica usándolos para obtener concesiones de un sector particular o proteger algún interés.
Pero lo de Trump es, en realidad, un nivel completamente diferente porque es muy amplio y muy difícil de explicar, incluso desde cualquier perspectiva política tradicional. Eso hace que no tengamos experiencia con aranceles tan amplios y no dirigidos en una economía muy integrada. No hay un punto de referencia. Lo más parecido, el ejemplo de una interrupción de magnitud comparable, al plan de aranceles de Trump es el shock de oferta de la pandemia del COVID. Nada de lo que los gobiernos han hecho deliberadamente ha afectado a tantas relaciones comerciales a través de aranceles en mucho tiempo.
Y, por supuesto, la pandemia no fue bien para la economía. ¿Sufriría la economía estadounidense más de lo que el Gobierno prevé?
Uno de los grandes bancos escribió en su nota de análisis que, dado que el presidente ha esbozado principios generales, todavía tiene esperanzas. Así que los mercados, al menos si los analistas bancarios son una indicación, todavía creen que quizás más del 50% de esto sea temporal. Incluso con eso el S&P 500 abrió a la baja este lunes. Pero muchas personas inteligentes todavía dicen públicamente que es poco probable que sea permanente. Todo lo que hemos escuchado hasta ahora ha subestimado el impacto porque nadie lo ha tomado muy en serio.
El economista y matemático Ben GolubUsted bromeó con que cuando los teóricos de redes están entusiasmados, eso es una mala señal. ¿Por qué? ¿Por el tamaño del efecto?
Sí. Los teóricos de redes están muy interesados en efectos de segundo y tercer orden, es decir, cuando algo tiene consecuencias no obvias, como el contagio entre mercados o el contagio entre empresas.
La pandemia produjo algo así, con interrupciones ondulantes en la cadena de suministro. Aquí hay una razón similar para estar preocupado porque cuando haces un cambio que afecta más de lo que parece, es intelectualmente interesante rastrear esos efectos dominó, pero esos efectos en cadena son suelen ser efectos intencionados e implican mucho daño colateral. Para Trump, puede valer la pena lograr fuerza de negociación o desacoplar radicalmente a Estados Unidos de economías con las que él cree que está demasiado integrado. Pero, si miras a todos los efectos indirectos, puede ser muy perjudicial para la gente corriente.
Para Trump, puede valer la pena lograr fuerza de negociación o desacoplar a Estados Unidos de economías con las que él cree que está demasiado integrado. Pero, si miras a todos los efectos indirectos, puede ser muy perjudicial para la gente corriente.
¿Y las empresas podrían adaptarse siendo más autosuficientes o dependiendo de otros países?
Sí, la adaptación es un factor. Escribí con otros colegas mucho de esto en el contexto del COVID y otras crisis. Por ejemplo, en la crisis del gas ruso, las economías lograron adaptarse. La economía de Rusia ha sido perdedora neta desde la adaptación europea: todavía se las arregla para seguir con la guerra, pero su economía se encuentra ahora en una situación muy precaria.
Por lo tanto, el mejor escenario para el resto del mundo es que ahora se considere a Estados Unidos como un socio de muy alta volatilidad si sigue el plan de aranceles. Si se relajan los aranceles, habrá aún más incertidumbre. Si hay aranceles, entrar y salir de Estados Unidos se vuelve extremadamente costoso porque cada vez se pagan impuestos sobre todo el producto a menos que consigas negociar algo especial. Una empresa europea que utilice proveedores estadounidenses, pero que también pueda utilizar canadienses, se adaptará a medio plazo. Estados Unidos sería una parte menos integral de muchas cadenas de suministro y eso podría funcionar para el resto del mundo.
¿Qué sectores pueden estar más afectados? Todo el mundo habla de los automóviles...
Estados Unidos es principalmente una economía de servicios y estos rara vez están sujetos a aranceles, pero los aranceles afectan mucho a cualquier tipo de fabricación compleja. Los automóviles son la cosa más obvia. Las otras industrias complejas de alto valor que tenemos son la biotecnología y la robótica. China, México y Canadá son los socios comerciales más grandes y han demostrado ser muy atractivos como lugares para ubicar procesos mecánicos.
La industria automovilística se ve mucho en las noticias porque produce en el momento justo para un gran mercado de consumo: las personas pueden ver si de repente el coche que quieren no está disponible en el concesionario.
¿Puede haber algún efecto positivo?
Para Estados Unidos, no creo. Trump obtiene valor de estar dispuesto a hacer cosas muy contundentes que la mayoría de la gente no haría. Esto le da poder de negociación. Pero, en mi opinión, los costes de aumentar la incertidumbre política y la incertidumbre económica superan con creces los beneficios inmediatos de obligar a México a adoptar una línea más dura en la frontera.
En términos más amplios, hay una teoría de que cuando las cadenas de suministro tienen mucho tránsito y muchos contratos entre países, esto puede hacerlas más propensas a sufrir interrupciones en tiempos de conflicto o crisis impredecibles como la pandemia, donde de repente el envío se volvió mucho más difícil. Y la reubicación es un argumento esgrimido por muchos intereses empresariales estadounidenses, que suelen adoptar una política muy antiindustrial y dicen que la relocalización es buena para Estados Unidos porque hace que sus cadenas de suministro sean más internas y más sólidas. Y, de la misma manera, tal vez Europa tenga comercio geográficamente más cerca... Europa también podría terminar más integrada económicamente con China.
Los costes de aumentar la incertidumbre política y la incertidumbre económica superan con creces los beneficios inmediatos de obligar a México a adoptar una línea más dura en la frontera
Pero no es cierto que las cadenas de suministro nacionales sean automáticamente más seguras. La leche en polvo para bebés es un ejemplo en Estados Unidos, que estableció regulaciones que hicieron muy difícil para los estadounidenses comprar leche en polvo europea, y, como resultado, tenemos precios muy altos y a menudo escasez en esta cadena de suministro nacional.
El beneficio potencial es que más cadenas de suministro locales bien mantenidas podrían ser más sólidas y tal vez ambientalmente más sostenibles. Pero no creo que haya evidencia suficiente y hay algunos ejemplos de lo contrario.
¿China se beneficiará de más acuerdos comerciales con Europa o Latinoamérica?
Sí, creo que China tiene una política muy fuerte y consistente de utilizar la integración económica para obtener poder geopolítico. China se alegra de ver que Estados Unidos se percibe como un socio menos fiable.
Si los aranceles se mantienen, e incluso aunque no se mantengan, las empresas se diversificarán más en productos manufacturados, y China tiene un gran papel ahí. Si nos fijamos en la industria de la inteligencia artificial, es capaz de crear enormes cantidades de infraestructura de manera muy eficiente. Y, si hay demanda para alejarse de Estados Unidos, está lista para explotar eso y fortalecer su fuerza económica y geopolítica integrándose más con Canadá, México y otros países.
China está contenta de ver que Estados Unidos se percibe como un socio menos fiable... Europa puede acabar más integrada económicamente con China.
Canadá y especialmente México son más débiles, pero ¿pueden cambiar de socios comerciales sólo con la incertidumbre ante un socio que no es fiar?
Sí. Un economista de Stanford, Nick Bloom, dice que la incertidumbre es muy importante para las empresas y que los economistas la subestimamos. Independientemente de lo que suceda, habrá mucho más de lo que se llama abastecimiento múltiple, la creación de oportunidades para firmar contratos o relaciones que te ayudarán según lo que suceda.
Para Canadá, Estados Unidos es muy importante como mercado. Paul Krugman escribe en su boletín que existe un mercado integrado de América del Norte para la producción industrial. Y creo que veremos una remodelación. Pero entretanto habrá mucha pérdida de productividad porque es como si hubiera guerras comerciales entre diferentes partes de Estados Unidos. Es algo para lo que no estamos preparados porque todo el mundo ha construido sus redes asumiendo que era parte de un mercado muy integrado.
Existe un mercado integrado de América del Norte para la producción industrial. Y creo que veremos una remodelación. Pero entretanto habrá mucha pérdida de productividad porque es como si hubiera guerras comerciales entre diferentes partes de Estados Unidos. Es algo para lo que no estamos preparados porque todo el mundo ha construido sus redes asumiendo que era parte de un mercado muy integrado.
¿Está la idea de globalización en crisis más allá de Trump?
El orden que nos dio la globalización ha logrado cosas extraordinarias, por ejemplo las vacunas contra el COVID. Durante la pandemia, el sistema de transporte marítimo mundial movió más mercancías que nunca antes en la historia de la humanidad. Esos sistemas han tenido mucho éxito y están creando más valor que nunca.
Lo que puede pasar es el fin del orden internacional liderado por Estados Unidos con el énfasis neoliberal en mercados libres y organizados. Eso significa que tenemos que encontrar formas de comprar para preservar parte de la riqueza que hemos construido.
A menudo los líderes políticos dan por sentado cuánto puede lograr el sistema. No sabemos cómo sería intentar dividirlo. No creo que estemos económicamente preparados para ver cómo es una economía global con nuevas y grandes barreras comerciales. Lo que los economistas llaman shocks agregados, esas cosas inesperadas que afectan a una gran parte de la economía al mismo tiempo, son potencialmente muy poderosos. En la escala de un año, puede haber un daño económico real.
Más allá de eso, vamos a aprender mucho. De hecho, soy razonablemente optimista. Pero se trata de una situación incierta. Muchos economistas estarán muy interesados en saber cómo funciona.
¿Están afectando también a su Universidad los anuncios de Trump, como la congelación de las becas federales?
La incertidumbre es muy costosa. Vuelvo a la vacuna del COVID: la investigadora que descubrió las vacunas ARN, Katalin Karikó, dependía de las subvenciones. Ella estaba invirtiendo en un proyecto de baja probabilidad y alto valor. Y hay una cantidad increíble del conocimiento que se basa en el capital humano, el de personas que hacen cosas difíciles.
Para mí, el efecto inmediato de las interrupciones es que muchos jóvenes no están seguros de si su laboratorio funcionará, de si llegará el dinero que se utiliza para pagar su estipendio. El domingo recibimos un correo electrónico diciendo que el Departamento de Justicia ha indicado que, por el momento, se puede tener acceso al dinero de las subvenciones porque un tribunal suspendió temporalmente las restricciones. A corto plazo, el efecto inmediato es que hay incertidumbre, hay miedo. Las personas no pueden planificar su trabajo.